Jesús Millán Muñoz.- El llamado Quijote Informalista de Gabriel Alarcón López, libro de ocho páginas en madera y otros materiales, algunos antiguos, técnica mixta, tamaño de 134 por 60 cms. y una cubierta de 150 por 60 cms. colección particular en la Roda, Albacete.
Este Quijote es uno de los más grandes en tamaño del mundo. Es una interpretación y reinterpretación de algunos episodios y hechos del Quijote, y como el autor indica en su libro Algo del Quijote y otros lenguajes, D.L. AB-434-2015, “en esta obra me sumerjo en una aventura en la que lo esencial, es el mero hecho de crear [..]” (pág. 48 y ss.).
Bajo distintas hojas-pinturas-maderas que titula: El Lugar, Los molinos, Libros de caballerías, Pesebres de posada, Batalla de los pellejos, etc., a mi modo de ver, está intentado unir y relacionar y combinar, diríamos tres niveles de significantes y significados, por un lado, algunos paisajes o aspectos del Quijote, por otro, expresar esas realidades con estéticas actuales, es decir, del siglo veinte, y tercero, ser libre en su expresión de su interioridad. Al final, el arte-artes, es un instrumento que los seres humanos, han inventado o descubierto, desde las grutas de Chauvet hace treinta mil años, pasando por Altamira y Lascaux, y todas las civilizaciones, para intentar entender y comprender la realidad interior y la exterior, para poder vivir y existir en el mundo, en el mundo interior y exterior, vivir y sobrevivir.
Con esta obra, el autor, no solo nos ofrece uno de los Quijotes más grandes del mundo en tamaño, ciertamente con pocas hojas o páginas, en este caso de madera, pero un Quijote que es innovador, en su forma, materia, sentido, significado, continente, contenido, que utilizando la materia, madera y artilugios antiguos reales, con uso en el pasado, nos están acercando, estimo no solo a aspectos de la antigüedad, aspectos que podrían haber utilizado y conocido Cervantes y el Quijote, el Quijote de haber vivido y existido. Sino objetos que han estado con nosotros hasta hace unas décadas.
Es hacer que los materiales tengan otra vida, la vida artística en una pintura. Además de añadirle, lo propio de la pintura. Es este Quijote a mi modo de ver se produce una intersección y unión, de varias tendencias artísticas del siglo veinte, no solo del informalismo, sino de alguna manera el expresionismo abstracto, del arte de la materia…, siempre combinado con las intenciones y el mundo interior del autor. Que como todo autor, nos representa algo de si mismo, pero nos esconde algo de si mismo, pero un cuadro es como un enorme espejo o caleidoscopio, nos muestra algo de lo que somos, algo de quién se asoma a ellos. Al mirarlos, como en un pozo se proyecta algo de la imagen de quién se asoma y se percibe o se debe sentir-pensar-verse, en ese inmenso mundo-mar-galaxia de formas-colores-líneas…
– Sugeriría a alguna editorial del mundo, de España o de la Mancha, o a alguna entidad cultural, de la Mancha o de España, que si están pensando en hacer una edición del Quijote, sea privada o sea pública, que expongan y pongan en forma de fotografías, estas pinturas como ilustraciones de ese Quijote. Ciertamente, tendrán que ponerse en contacto con el autor, y con los propietarios de esos cuadros. Porque pienso que es una riqueza cultural, que duerme en algún lugar de la Mancha, casi olvidada, pero que tiene una fuerza enorme.
Sugeriría y aconsejaría que este Quijote Informalista, fuese en exhibición, patrocinada por diversas entidades y museos por los diversos centros cervantinos y del Quijote que existen en la Mancha o, y en la Piel de Toro. Porque estimo que es una obra que se lo merece.
En el Banco de Imágenes del Quijote, QBI, que ha ido acumulando en una página Web todas las imágenes e ilustraciones de libros del Quijote desde 1605-1915, con los datos que dispongo han recogido 550 ediciones y 17.603 imágenes.
Indicaba que en esa cantidad de imágenes e ilustraciones, de interpretaciones de episodios de esta inmortal obra de Cervantes, ciertamente termina en 1915, no hay nada que se parezca a este Quijote del autor y artista Gabriel Alarcón.
Ya de pasada, aprovechando que la luna da vueltas sobre la tierra, aconsejaría a esta actividad cultural de tanto calibre y tan loable, a que sus responsables, estudiasen, que empezasen a analizar la posibilidad, de ir incrementando las imágenes de este último siglo, siempre sabiendo y teniendo en cuenta, los permisos de propiedad. Porque ofrecerían una enorme cantidad de información suplementaria y complementaria.
– Por otro lado, no puedo dejar de olvidar y obviar, que aunque el tamaño de un libro no sea lo más importante, en un mundo de ranking y marcas, este aspecto también es o debería tenerse en cuenta. Que en la Mancha y que sepa este escribiente en España existen los seis o siete Quijotes más grandes en tamaño del mundo y, que quizás, las autoridades y gestores culturales de esta región y del país, podrían, en tiempos de tantas exposiciones y tantos acontecimientos culturales aprovecharlos y exponerlos y valorarlos y difundirlos, no solo por protagonismo de los autores de esas obras, sino por el desarrollo económico, social y cultural de la Piel de Toro y de la Mancha… ¡Paz y bien, paz y bien que tanto necesitamos…!