El acusado de intentar abusar de tres menores en Campo de Criptana (Ciudad Real), a los que presuntamente atrajo a su casa con la excusa de regalarles un perrito, ha negado los hechos en el juicio que se ha realizado este martes a puerta cerrada en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, tras ser suspendida la vista el pasado mes de junio, al renunciar el acusado al abogado que representaba sus intereses.
Un juicio que ha quedado visto para sentencia y en el que las partes han mantenido sus peticiones iniciales, considerando la defensa la libre absolución de su defendido y la Fiscalía insistiendo en su petición de un total de ocho años de cárcel.
Una petición basada en la consideración de que el acusado, de 60 años, es responsable de un delito de abuso sexual a menor de 13 años por el que solicita 4 años y 6 meses de prisión; dos de abuso sexual a menores en grado de tentativa, por los que pide sendas penas de 1 año y 9 meses de prisión; y tres delitos leves de lesiones, por los que solicita multa. Asimismo, pide que indemnice con un total de 5.000 euros a las víctimas.
El fiscal del caso, Carlos G. Santorum, ha manifestado a los medios tras la celebración del juicio que la prueba, a su entender, «ha sido suficiente» para mantener la tesis inicial del Ministerio Fiscal. Ha destacado el beneficio que ha aportado a esto el testimonio de los tres menores, que ha calificado de «creíbles a pesar de la edad de los chicos y el tiempo transcurrido».
Ha matizado que no sólo se ha valorado lo aportado por los menores sobre lo ocurrido en el interior del domicilio, sino que la versión de la Fiscalía viene apoyada además por un informe psicosocial que apoya sus tesis y de testimonios de referencia «con las lógicas lagunas que puede haber por el paso del tiempo», ya que ha transcurrido casi año y medio desde que sucedieron los hechos.
Ha explicado cómo el acusado solo ha admitido que lo menores estuvieron en su casa pero que ha negado que estuvieran allí previo engaño y que les realizara tocamientos, tesis ambas mantenidas desde la Fiscalía.
Asimismo, el fiscal ha incidido en que la edad de los menores y su situación familiar y social desestructurada –señalada por los informes psicosociales– «fueron el caldo de cultivo» para que «fueran más fáciles de engañar».
Sobre las penas solicitadas ha explicado que son «altas porque se trata de una persona reincidente» con antecedentes penales en vigor por delitos contra la libertad sexual. Sobre un posible acuerdo ha dicho que es imposible cuando el acusado no ha reconocido nada.
LOS HECHOS
Según el escrito de acusación al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos ocurrieron en junio de 2018 cuando los niños –de 7, 9 y 12 años– se encontraban en un parque de la localidad y el acusado, A.J.M.C., se acercó a ellos instándoles a acompañarle a su casa, donde les iba a regalar un perrito.
Finalmente, los niños accedieron y se fueron al domicilio del agresor quien, cuando los pequeños estaban viendo la tele, empezó a tocarles por encima de la ropa con el objetivo de abusar sexualmente de ellos a pesar de que los menores le pidieron que los dejara en paz.
En ese momento la Policía, alertada por un vecino que conocía los antecedentes penales del agresor, se presentó en el domicilio de A.J.C.M., quien en un primer momento se resistió a abrir e, incluso, sujetó a los menores y les tapó la boca cuando estos intentaron hacerse oír, si bien al final abrió la puerta.
El agresor sexual ya fue condenado por violación en 1996 a 12 años de prisión; en 2004 a 3 años de cárcel por abuso sexual; y en 2016 a 21 meses de multa por otro abuso sexual.
Antecedentes poco favorables….