Miriam Vallejo, la joven asesinada el pasado enero en el municipio madrileño de Meco, podría haber recibido más de 90 puñaladas que provenían de diferentes armas, un extremo que lleva al abogado de su familia y a la defensa del único detenido a no descartar nuevas detenciones en el marco de la investigación que conduce la Guardia Civil, han informado fuentes jurídicas.
Con presencia de todas las partes, la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado hoy una vistilla para estudiar el recurso de apelación interpuesto por el abogado de Sergio S.M. contra el auto de ingreso en prisión. La resolución se conocerá en los próximos días.
En la vista, el fiscal ha defendido que el acusado debe permanecer en prisión aludiendo a que hay «prueba contundente» contra él que sustenta que se mantenga la situación de prisión provisional y ante el riesgo de destrucción de pruebas.
Por su parte, la defensa ha reclamado que su cliente salga en libertad, dado que a su juicio no se cumplen los requisitos legales para permanecer en esta situación procesal, aludiendo al riesgo de fuga, a la reiteración delictiva y a la destrucción de pruebas.
En los pasillos de la Audiencia, el letrado ha insistido en que su patrocinado sigue manteniendo que es inocente y ha puesto en duda las pruebas de ADN. Según su abogado, su patrocinado se ofreció el mismo día que apareció al cadáver a realizarse las pruebas de ADN, lo que no cuadra con el hecho de que se le detuviera casi ocho meses después de pesquisas.
En cambio, la defensa de la familia de la joven cree que si se cumplen los requisitos para que Sergio siga cumpliendo prisión provisional, aunque reconoce que no tiene «absolutamente clara» su autoría en el crimen.
Ambos letrados no descartan que se puedan producir nuevas detenciones en el marco de la investigación que desarrolla la Guardia Civil. Hay testigos que apuntan a que se escuchó a la víctima decir: «Dejadme en paz». Además, se ha conocido que la víctima podría haber recibido más de 90 puñaladas de diferentes cuchillos y no 40 como se pensaba inicialmente.
Ninguna de las partes ha tenido acceso al sumario, dado que permanece bajo secreto. Recientemente, se ha prorrogado el silencio de las actuaciones dado que se está a la espera de que lleguen los resultados de las analíticas de ADN.
Durante los registros de la vivienda de Sergio, la suya y la de la casa de sus padres, la Guardia Civil recogió ropa que podría tener ADN de la víctima y un machete. El acusado trabajaba en una fábrica de mozo y se dedicaba profesionalmente a la pesca, lo que justificaría la presencia de cuchillos y machetes en su casa.