La consulta de Educación en Diabetes Infantil (CEDI) del Hospital General Universitario de Ciudad Real, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), realiza talleres de verano dirigidos a familias de menores con diabetes para mejorar en su manejo y control.
Con este objetivo se ha celebrado recientemente un encuentro en el que han participado una veintena de familiares y que ha estado dirigido por la enfermera responsable de la consulta de educación en diabetes infantil, María José Sánchez. Se trata de “un taller para poner en contacto a las familias, conocer nuevas pautas de actuación y aprender juntos a través de las experiencias comunes”. Es fundamental, ha añadido Sánchez, que “los niños y niñas aprendan junto a sus familias a manejar la diabetes”.
CEDI sirve de referencia para unos 170 menores atendidos en el área que cuentan con este recurso para la formación continua. De esta forma adquieren habilidades y desarrollan estrategias para ser autogestores de sus propios cuidados. A lo largo del verano “intentamos siempre organizar este tipo de talleres lúdicos y adaptados a lo más pequeños para ayudar a comprender qué es la diabetes y cómo gestionarla”.
“Trabajamos con el personaje Diabetes y jugamos a controlarla cuando está revoltosa, que representa la hiperglucemia, o cuando se vuelve perezosa como símil de la hipoglucemia y les enseñamos a llegar a pactos con la diabetes”, indica. De esta forma, los pequeños “aprenden jugando a desdramatizar su abordaje y aceptarla en sus rutinas sin que suponga una limitación para ellos”.
En estos encuentros las familias revisan patrones básicos de actuación, comparten experiencias y aprenden juntos cómo manejar la diabetes de sus hijos para integrarla de una manera funcional y adaptativa en su día a día.
Según ha informado la enfermera educadora de CEDI, María José Sánchez, estos talleres siempre son muy resolutivos ya que consiguen poner en contacto a padres y niños, revisando y compartiendo recursos comunes.
“Aprender con la experiencia de otros padres y niños, ayuda no sólo a desdramatizar y normalizar la diabetes, también a incorporar nuevas estrategias y avanzar en seguridad. El objetivo final de estos talleres es preparar a nuestros peques para que lleguen a ser los pacientes expertos del futuro”.
El resultado “fue muy positivo para todos”, ha añadido Sánchez, porque permite que “niños y padres se diviertan y aborden la diabetes abriéndose a nuevas respuestas que facilitarán, sin duda, el día a día de los peques y sus familias”.
Como ejemplo, Sánchez ha destacado la experiencia de uno de los padres que aseguraba que la participación en los talleres les ha permitido “ver la diabetes de otra forma, menos derrotista. Estamos más preparados para ayudar a nuestro hijo y conseguir que la diabetes no sea un obstáculo en su desarrollo. La familia se siente más fuerte y segura”.