Jesús Millán Muñoz.- Julián de Campos Carrero, Torrenueva, Ciudad Real, 1928, + Badajoz, 1916 fue un profesor y pintor y escultor, que se considera que realizó unas ocho mil obras, parece ser que Juan Pablo II le otorgó el sobrenombre de “Pintor de la Virgen”, en 1991, se estima que realizó más de cuatrocientos pinturas sobre esta temática.
– Si el arte es el terreno de la libertad, libertad de creación dentro de la legalidad y de la moralidad, tenemos que aceptar que un autor, como en este caso, materialice sus obras, con un estilo diríamos de hace cuatro o cinco siglos, pero con obras de actualidad. Si el arte es el terreno de la libertad de creación deberíamos aceptar que un autor, como es el caso que intentamos homenajear y analizar sucintamente, pueda realizar obras de corte religioso, incluso de un orden religioso que se denomina litúrgico, además de otras.
Si en estos dos siglos últimos al menos se han creado e incentivado una veintena de estilos y de ismos y de tendencias artísticas y estéticas, entre otras el hiperrealismo, el nuevo realismo, el pop y todas las figuraciones y abstracciones posibles e imaginarias, no entiendo y no comprendo, por qué alguien que decida, pintar o materializar arte con estilos de hace cuatro o cinco siglos, sea menos artista, que el autor de la más avanzada vanguardia.
Si el arte es el terreno de la libertad, del libre albedrío cristalizado en obras de arte, sea el género que sea, siempre con los límites de la legalidad y de la moralidad, porqué no se acepta, como grandes autores plásticos, a autores que han dedicado una gran parte de su actividad a realizar arte religioso, como es el caso que nos ocupamos, entre otras modalidades.
Según parece ser de toda su obra, solo un tercio tiene una temática religiosa, por lo cual, existen obras de diversidad de temas, es decir, lo propio del arte en general, al menos desde hace miles de años, escenas y paisajes y bodegones y figuras, etc.
– El autor consideraba una de sus mayores obras, el retablo mayor de la iglesia de Santiago el Mayor, en Torrenueva, un retablo que imita al gótico isabelino, según palabras del autor, que contiene 26 cuadros.
En el fondo quizás un autor de arte, sea el arte que sea, es un buscador o buceador de dentro de si mismo, es aquella persona, que consciente y semiconsciente, intenta entrar en el pozo laberinto de su interioridad, en cierto modo, los temas exteriores, el arte o artes que utilice, o incluso el género o el ismo o tendencia es secundario.
Ciertamente, vivimos y existimos en un mundo artístico, que desde las vanguardias, digamos desde el impresionismo en arte plástico, ya casi siglo y medio largo, se ha valorado enormemente el estilo, es decir, las innovaciones formales. Pero no debemos olvidar que como parece ser decía Picasso, una madre y un niño, es una imitación de la Virgen con niño, que a su vez, es heredera de Isis y su hijo de los egipcios.
O dicho de otro modo, igual que algunos autores, indican que los argumentos en teatro, y por tanto en cine y todos los medios audiovisuales que traten de ficción, solo son una veintena, y sobre ellos llevamos siglos o milenios rumiando, quizás en arte plástico, pueden existir muchos géneros y muchos ismos, pero quizás las temáticas sean también una docena, quizás una docena y media, y creo que ya me alargo mucho, da lo mismo se utilice la fotografía, la escultura, el videoarte, la pintura, el dibujo, etc.
Y si nos fijamos en los estilos y tendencias, cuántos existen de verdad, diríamos que dos, la figuración, y dentro de ella, una serie de modulaciones, y por otro lado la abstracción, y dentro de ella una sinfonía de subestilos. Y nada más.
Quizás, un día, igual que el estilo románico o gótico perduró varios siglos, y dentro de cada uno de ellos, existen muchas tendencias, y muchas evoluciones, quizás dentro de tres siglos, todos los estilos que desde hace dos siglos pululan por el mundo, que denominamos vanguardia, innovaciones, desde el impresionismo, al neoexpresionismo, y todos los intermedios, cubismo, surrealismo, abstracción, expresionismo, etc., quizás todos queden bajo un nombre, o todos se estudien bajo una categoría, y todos sean eso, lo que yo creo que son variedades, de un solo estilo, que me he atrevido a indicar, que podría tener el nombre de “vanguardismo o vanguardia”.
Y en este supuesto estilo, que imaginaria e hipotéticamente, dentro de dos siglos o tres se inscribirán todos los ismos de estos dos últimos siglos, y lo que venga en el futuro, en este estilo, tienen cabida todo, desde el hiperrealismo, hasta nuestro autor, es decir, alguien que pinta o esculpe imitando en las formas a obras del gótico tardío, de ese paso entre el gótico y el renacimiento, en ese intermedio.
A mi modo de ver, y para terminar, si hubiese centros documentales virtuales, gestionados por la administración pública o privada, dónde se insertasen curriculum, y algo de obra, fotografías, etc., de todos los autores de un territorio. Sin seleccionar previamente, sino todos los que hayan estado, tengan el estilo que tengan. Si esto se hiciese, cosa que no entendemos por qué no se hace, cuándo apenas tendría coste. Si esto fuese una realidad, este autor, que comentamos y homenajeamos, este autor de más de ocho mil obras, este autor, ocuparía un lugar más destacado en la producción cultural y artística de la Piel de Toro.