Es evidente que nuestro futuro va a depender en buena parte de muchas cuestiones de nuestro propio ámbito particular (la salud – que no falte la salud – las decisiones personales, etc.), pero incluso muchas de éstas van a depender inevitablemente del estado de nuestro entorno.A veces no está de más dejar a un lado nuestra habitual actitud cortoplacista, para imaginar cómo podría ser nuestro horizonte a un plazo no tan largo que nos dé tiempo a verlo.
Uno quiere creer que las cosas no vayan a cambiar mucho con respecto al presente; pero a veces se evidencia que algunos cambios ya no son puntuales, sino que obedecen a una nueva trayectoria, una tendencia que terminará por modificar completamenteel entorno inicial. Dos ejemplos: Hace poco más de 50 años, tras la hecatombe de la II Guerra Mundial, y gracias al “estado del bienestar” en países de Europa occidental, algunos ciudadanos descubrieron España como destino turístico. Poco después, el paisaje mediterráneo comenzó su transformación hasta llegar al estado de sobreexplotación actual, y a convertir el turismo en una de las mayores fuentes de ingresos de nuestro país. O sea, la llegada de extranjeros cambió la economía, el paisaje, la mentalidad … Cuando llegó la crisis de 2007, los expertos vaticinaban que esta crisis duraría una década, o tal vez más. Nadie quiso creerlo entonces, era mejor pensar que saldríamos más pronto que tarde. Con los criterios de baremación actuales, España ha salido técnicamente de la crisis, sí, pero los niveles de inversión en el estado del bienestar, con una deuda que supera el 100% del P.I.B, no se han recuperado. Tenemos un desfase con nuestros vecinos del Norte. Los mismos expertos vaticinan que las crisis económicas son cíclicas, y que es importante estar preparados para cuando, con toda certeza más pronto que tarde, vuelva a suceder. Si estamos preparados, o no, júzguelo cada uno.
Entonces … ¿Qué pasará en un futuro, más o menos cuando la princesa Leonor reine, o esté a punto de reinar? Porque, ya de paso, les digo que la Republica Española tiene menos porvenir que la República Catalana ¿Qué factores van a marcar nuestro futuro? Yo, a partir de los indicios que pueden marcar (y ya marcan) tendencia, al menos veo cinco:
- El calentamiento global: RCP (RepresentativeConcentrationPathway – Trayectorias de Concentración Representativas) describen cuatroescenarios de trayectorias alternativas para las emisiones de dióxido de carbono y la concentración atmosférica resultante desde 2000 hasta 2100. Abarcan el rango de posibles resultados de política climática para el siglo XXI. Los investigadores han concluido que, aunque el nivel de emisiones de CO2 se redujera o se detuviera drásticamente(escenario 2.6, el más favorable), la concentración de CO2 continuará creciendo. El Observatorio de Salud y Cambio Climático del Gobierno de España, prevé que en España, especialmente en el sur (léase también nuestra provincia) va a sufrir aumentos de temperaturas, menos precipitaciones, y las tormentas serán más agresivas.Las sequías son cada vez más frecuentes, y el riesgo de escasez de agua, tanto para la producción agrícola como para el consumo humano, es hoy por hoy otra realidad que se va parcheando con soluciones a corto plazo. El calor, la sequedad, la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos y la falta de mantenimiento y control de la vegetación en algunas zonas, también pueden provocar desabastecimiento y facilitar la rápida propagación de incendios, como ya sucedió hace unos años al oeste de la Península Ibérica, en Portugal. Por tanto, habrá lugares – de momento poco poblados – donde la situación sea irreversible, porque a nadie interesará su recuperación; y tanto el paisaje natural como el urbano serán desérticos.De hecho, en el sudeste de la península el desierto avanza muy deprisa. Y eso que allí podrían instalarse (más) desaladoras de agua.
- La despoblación: El crecimiento vegetativo negativo(por el envejecimiento de la población y la falta de nacimientos – e incentivos para la natalidad)sobre todo en núcleos rurales, la falta de medidas contra la despoblación y el cambio de modelo productivo (prevaleciendo el sector servicios sobre el agrario) nos conducen inevitablemente hacia una vida rural cada vez más difícil y una concentración de la población en grandes o pequeñas metrópolis. De momento, vemos pueblos donde todavía hay cierta vida, pero con multitud de casas céntricas vacías que nadie quiere comprar. El abandono del campo abrirá una oportunidad a los especuladores, para sobreexplotar los recursos naturales de forma expansiva (bosques, suelos, etc.), cuyo impacto no alcanzará solo a las poblaciones más próximas, ya deshabitadas, sino a otras más alejadas. A falta de población autóctona, podrían venir inmigrantes al interior peninsular para explotar la tierra; pero no vendrán. Como dice la canción: aquí, antes muerta que sencilla. La despoblación nos empobrece a todos.
- La tecnología: la tecnología digital ha conseguido ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero en muchas facetas, con lo que en muchos casos ya no se necesitan personas. Detrás del declive de pequeños y grandes comercios, y sectores industriales o comerciales (bancos, audiovisuales, electrónica, etc.), se halla el comercio electrónico. El comercio electrónico es a la vez una amenaza y una oportunidad, y en aquellos lugares donde no se tomen medidas contra este impacto (no hay que viajar lejos), crecerá el desempleo. Y es lamentable, que mientras sufrimos una “fuga de cerebros” de 87.000 trabajadores en 10 años, el número de bares en nuestro país no pare de crecer.
- La economía internacional: La marca España se identifica en Europa con el abastecimiento agrícola y con la hostelería: ni con la tecnología punta, ni con la industria. Son más las empresas extranjeras que compran industrias españolas de todo tamaño (Iberia, industrias alimentarias, minerías, automóviles,…) que al revés. Luego está el problema de la deslocalización, que empobrece la productividad del país. Dicho de otro modo, el enorme potencial económico que tenemos (no solo por dimensión) no se explota lo suficiente como para traducirse en mayor prosperidad para todos.Nuestro nivel de independencia en la toma de decisiones, económicas o políticas, está bastante condicionado por lo que se decida en otros lugares fuera de España, que nos han asignado un rol secundario en una Unión Europea cuya economía es cada vez más débil en relación con los países emergentes. En tiempos de crisis, nuestra posición como país ni es fuerte, ni influyente.No tenemos mucho margen para corregir esas decisiones.
- El estancamiento de nuestro modelo democrático: a pesar de este panorama, muchas cosas se pueden hacer para revertir este horizonte. Decisiones políticas. Pero desde 2008, España es un país en franca decadencia; y no se hace lo suficiente para remediarlo, porque no parece que ésta sea la prioridad de acción de nuestros representantes políticos. Como diría la fábula, están más preocupados por saber si nos persiguen galgos o podencos. La falta de atención a temas que deberían ser prioritarios de cara al futuro, el cortoplacismo, la mediocridad reinante, y la falta de cooperación y entendimiento entre todos los partidos (en aras de un bien supremo, no partidista, como es la nación española) son las causas de fondo de esta parálisis. En España hay muy buenos técnicos, pero muchas veces a cargo de muy malos gobernantes. Y de fomentar la participación ciudadana en estos temas, mejor no hablamos.
No preveo un horizonte halagüeño, no.
Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde
Es cierto que a España no se le da especialmente bien pensar en el futuro, de forma estratégica y a largo plazo.
Pero lo que es seguro es que la España del futuro será el producto de cómo cambia el mundo exterior de aquí a entonces, de cómo España se adapta a ese mundo y de las decisiones que tomemos todos los que vivimos aquí…..
No salimos de la crisis de 2007, pues la inestabilidad política lo ha impedido.
Pero es que además, ya estamos inmersos en el inicio de una fuerte crisis mundial de la oferta por empocrecimiento de la demanda asociada a unas clases medias en occidente empobrecidas.
Casi nadie habla de ello, pero ya la tenemos aqúí.
POR QUÉ ENTONCES SE DIFICULTA LA FORMACIÓN DE UN GOBIERNO DEL «FRENTE POPULAR»???
Porque la patata caliente está aquí y nadie quiere cogerla desde el gobierno, ni Pablo Iglesias que debería anunciar recortes (y espera que eso lo haga Pedro Sánchez -su más directo rival-) de entrar en una coalición de gobierno, ni Pedro Sánchez, que espera que PP y Ciudadanos den la cara con él cuando ante lo que se avecina diga:
LO SIENTO…PERO NO PUEDE PAGAR LA BARRA LIBRE…y quizás tampoco las pensiones.
Y ESTO ES LO QUE SE CUECE y de lo que casi nadie habla.
GOBERNAR con la que se avecina…es un desastre para quien esté en Moncloa.
Por eso este estancamiento.
Por eso tanta manipulación y desviar la atención.