La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará el 5 de septiembre a A.C.P, acusado de abusar sexualmente de una menor de edad delante de la hermana de esta, también menor, en un finca situada en el denominado Camino de las Cuevas o de Membrilla, perteneciente a la localidad de Manzanares (Ciudad Real).
Unos hechos por los que la Fiscalía pide una pena de diez años de prisión, así como prohibición de comunicación y de aproximación a menos de 200 metros de su persona, domicilio o cualquier otro frecuentado por ella durante 11 años, al entender que son constitutivos de un delito de abusos sexuales.
Los sucesos que serán juzgados, según recoge el escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso Europa Press,, se remontan al 3 de marzo de 2015, sobre las 18.00 horas, cuando el acusado se encontraba en Manzanares y se encontró por casualidad con las hermanas menores N.S.R. y M. A. S.R, que contaban con 12 y 14 años respectivamente, proponiéndoles a las dos que acudiesen a una finca propiedad de un amigo.
De esta forma, las dos niñas se fueron caminando hasta dicha finca situada en el Camino de las Cuevas o Camino de Membrilla, donde esperaron durante horas a que llegara el acusado, de 31 años, que no lo hizo hasta las 23.00 horas.
Una vez dentro, y tras pasar un tiempo no precisado, A.C.P comenzó a besar y a tocar por debajo de la ropa a N.S.R, quien en un primer momento, dice el escrito, «no manifestó oposición», procediendo posteriormente a desnudar a la niña para posteriormente penetrarla vaginalmente.
En este momento, continúa el relato de la acusación, la menor comenzó a mostrar activamente su oposición a continuar con la relación sexual, diciéndoselo expresamente también a su hermana. El acusado hizo caso omiso a tales manifestaciones.
La Fiscalía también alega en su escrito que, dada la escasa edad de la niña, de doce años, no estaba preparada evolutivamente para tener una relación sexual completa, ya que solo contaba con conocimientos básicos sobre la sexualidad, causa por la que no adoptó «una postura asertiva ante la situación», estando así su primer consentimiento «totalmente viciado».
Los hechos fueron denunciados un par de meses después, concretamente el 1 de mayo, por la madre de las menores, quien en ese momento tenía la representación de las mismas. Tras esta denuncia se impuso al acusado una medida de alejamiento de la menor.
Además de la pena de prisión y de incomunicación y alejamiento, la Fiscalía establece una petición de indemnización que asciende a 10.000 euros.