Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia ha presentado ante la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural alegaciones a la solicitud de instalación de una planta de tratamiento de subproductos animales no destinados a consumo humano en Puertollano, al tiempo que ha pedido la «anulación» de un proyecto que considera «molesto, insalubre, nocivo y peligroso».
En un comunicado, la organización ecologista recuerda que la planta de tratamiento, de categoría 1, procesará animales «sospechosos» de estar infectados por una Encefalopatía Espongiforme Transmisible (EET), animales salvajes que puedan transmitir enfermedades a humanos, animales con MERs (Coronavirus o Virus) y productos derivados de animales tratados con sustancias prohibidas, entre otros.
Los ecologistas sostienen además que el promotor, la empresa Animal by Products Solutions, es «desconocido». «Nos produce una gran preocupación el hecho de que unos entes, que se supone se encuentran en las debidas condiciones legales, oculten sus datos; unos datos que, según la última normativa vigente, deben ser públicos, lo que hace desconfiar de quienes, supuestamente, vienen a crear empleo y riqueza», subrayan.
El colectivo argumenta asimismo que según la Lista Europea de Residuos, esta industria se dedicará a residuos cuya recogida y eliminación es objeto de requisitos especiales para prevenir infecciones. «Esta industria molesta, insalubre, nociva y peligrosa, se instala a favor de los vientos dominantes, según aparece en la información contenida en el propio estudio medioambiental, por lo que todos los vertidos aéreos irán, en su mayor parte y con más frecuencia, al núcleo urbano de Puertollano», advierte.
En este sentido lamenta que «parece ser que esos vientos se utilizan para justificar la bondad de la instalación, cuando el resultado va a ser totalmente negativo, contrario a lo que se argumenta, e incluso parece que se justifica el impacto ambiental, en función de que Puertollano es la ciudad más contaminada de Castilla La Mancha y la cuarta más contaminada de España, según datos oficiales».
Además, Ecologistas añade que «no aparece en ningún documento, ni en el Proyecto Básico ni en el Estudio de Impacto Ambiental la adaptación de la instalación a la normativa urbanística vigente en Puertollano, por lo que no se sabe si se puede autorizar una industria de este tipo, y además el inventario de caminos afecta plenamente a la instalación, aunque en la documentación de la solicitud se diga lo contrario».
A juicio de la organización ecologista, «es altamente improbable que se puedan impermeabilizar, correcta y completamente, las instalaciones y edificios existentes que se utilizan, con adaptaciones al nuevo uso, por lo que la contaminación de suelos y aguas superficiales y subterráneas, parece garantizada, y no se puede garantizar la estanquidad total de todos los procesos».
En este contexto, Ecologistas en Acción asevera que no se encuentra totalmente especificado el método «in situ» de limpieza de la maquinaria de la planta y, por lo tanto, no le parece «fiable».
Asimismo subraya que hay «contradicciones y vacíos en la documentación aportada» al no describirse en ella si hay una estación depuradora de aguas residuales propia o externa o qué procesos tienen que seguir los residuos sólidos, ni los transportes de subproductos, de sólidos y de restos animales, si se produce alguna avería y por lo tanto, la parada en el proceso.
Por otra parte, Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia apunta que el estudio de impacto ambiental especifica una cifra de emisiones de 3,76×105 OUe/hora emitidos, «es decir, unas diez mil veces más de unidades de olores emitidas, que las contempladas en las normativas vigentes».
«Insistentemente y, en general, se especifica en el proyecto y en el estudio de impacto ambiental, que lo único que se produce en la planta son olores producidos por Compuestos Volátiles Orgánicos o COV cuando lo cierto es que los productos que se describen no están caracterizados, aunque sí lo está el H2S o SH2, por ejemplo, que resulta ser un gas extremadamente peligroso, inflamable y explosivo», advierte Ecologistas, al tiempo que puntualiza que también están caracterizadas las emisiones de CO2 y «tampoco se habla de la inevitable generación de emisiones de compuestos no volátiles ni de su tratamiento».
«El resto de emisiones, no se encuentra caracterizado y se habla entre otras de hidrocarburos aromáticos», prosigue. «Entre éstos últimos se encuentra por ejemplo el benceno, que es letal con mínimas exposiciones, aunque la documentación no lo mencione y es posible que no se produzca en el proceso; tampoco los sólidos aparecen caracterizados y ni siquiera descritos», recalca.
Además, Ecologistas advierte de que en la documentación se describe que parte de las grasas se utilizarán como combustible en los procesos de producción pero «no se encuentra especificado en absoluto este proceso, ni se caracterizan los productos de la combustión ni las transformaciones de las proteínas, que pueden resultar muy peligrosas». «Además de ello, sería tranquilizador, en el caso de que se pueda realizar la combustión de grasas y harinas sin peligro, que se especificara el destino real como combustibles, de la totalidad de los productos», afirma.
En este sentido el añaden que el destino de los productos obtenidos en el proceso consistirá en la comercialización de grasas y harinas de proteínas como combustible o con traslado a vertedero pero «no se dice nada del tratamiento en vertedero o del tipo y condiciones del vertedero que puede contener esos productos».
Por otra parte, Ecologistas insiste en el cumplimiento de la normativa urbanística vigente y en la «esperada y preceptiva» restauración del medio físico, comprometida y llevada a cabo hasta el momento, desde el inicio de las actividades mineras» en estas parcelas.
Por último, Ecologistas en Acción considera que este proyecto, debido a sus características, debe estar sometido al proceso de autorización ambiental integrada con límites en en la emisión de olores por parte del órgano competente.
