Jesús Millán Muñoz.– Formando partes de la obra Cuadernos o Cuadernos de la Mancha, se encuentra unas cien partes que se denominan Textos de Filosofía de JMM, como su nombre indica son textos sobre Filosofía.
Se han hecho diversas publicaciones, es decir, se ha hecho público, en varias ediciones distintas a lo largo de estos lustros, todas en papel o en medios electrónicos, publicándose en partes o en grupos o totalidades, todas muy modestas, sin ánimo de lucro, sin venta.
Una de las últimas bajo el título de Cuadernos o Cuadernos de la Mancha, I-XVIII y XXXIV-XLVII, con D.L-Cr-314-2018 en un Dvd,
– Estos alrededor de cien cuadernos o partes de dicha obra, que tienen básicamente el subtítulo de Textos de Filosofía, se indaga-analiza-estudia-comenta cientos de diacuestiones de Filosofía. Por lo general, en párrafos cortos, fragmentos, frases, aforismos, pequeñas argumentaciones, sobre casi todas las ramas de la filosofía.
Cómo he indicado en otras ocasiones, las circunstancias y otros motivos y causas, han llevado, diríamos a este modo de redacción. Porque el observar y el pensar, recoger datos y analizar, es un proceso anterior, o al mismo tiempo, y después, está la redacción material.
Quizás, en otras circunstancias, habría materializado estos pensamientos, con una metodología más académica, artículos filosóficos más aptos y mejor recibidos por el mundo académico. Aunque hasta la saciedad he indicado, que si la filosofía, quiere ocupar un lugar en el saber humano, debe sistematizarse, creándose equipos de investigadores, si puede ser profesores de universidad, que sinteticen todas las cuestiones, al estilo de la Summa.
– Toda esta obra es Filosofía, todos los Cuadernos, incluso el arte o la literatura o la fotografía, todo es lo que es más filosofía, es decir es Arte más Filosofía, es Fotografía más Filosofía…
Evidentemente, estas partes o cuadernos, que los titulo específicamente, Textos de Filosofía o Textos Filosóficos, diríamos que la voluntad de filosofía y de filosofar, es más evidente y obvia y real.
Se debería, siguiendo la metáfora de la crítica literaria y artística, analizar las obras, sin conocer al autor. Así, no sabrían si es una firma o si es otra. Y así juzgarían el producto cultural, con más racionalidad, prudencia, seriedad, profundidad y sin tanta aceptación o influencia del nombre o del autor.
O dicho de otro modo, si se hiciese este procedimiento, ya veríamos como muchas obras, sin saber de qué autores son se juzgarían y valorarían de distinto modo.
Esto, me gustaría que se hiciese con esta labor filosófica de décadas, realizada durante años y años, laborando preguntas nuevas y las tradicionales de siempre, buscando argumentos, datos, razones, etc. Escribiendo en dos o tres frases, lo que estimo completa o complementa, lo que creo es verdad o no-verdad, y no redactando docenas de argumentos, que ya los especialistas o lo que conocen este mundo ya saben.
Es decir, si en media página, puede incluir un punto de vista equis, sobre una cuestión zeta, eso es lo que realizo, y no dedico veinte o treinta páginas, a describir el estado o estadio de dicha cuestión. Muchos pensarán, que si sigo ese método, es que no sé suficiente filosofía, no conozco suficientes teorías, concepciones, autores, matizaciones. Se equivocan. Puede que no sepa todo, sobre ese tema. Pero empecé este artículo, indicando, que si puedo resumir en media página o sintetizar todo lo pensado, lo que otros dedican treinta o veinte o cincuenta páginas, para después, también en una página resumir su aportación.
– También indicar, que puede una frase o fragmento o media página, pensarse que ha sido una boutade, una ocurrencia, y se ha tardado en llegar a esa conclusión, después de mucho pensar, analizar, contrastar datos, concepciones diversas, meses o incluso años, sin exagerar, en algunas cuestiones, décadas…
Puede parecer, que es una simple ocurrencia, muchas veces, redactada sin afectación. Sin darle demasiado importancia.
– Por último, indicar, que sigo el método de no copiarme a mi mismo, hoy, planteo una cuestión, que posiblemente haya planteado en mi cabeza, docenas de veces, pero en el papel y sobre el papel, una decena. Cada una, va aumentando diríamos el conocimiento. Incluso contradiciéndose con la opinión propia. Pero intentando no coparme. Siempre evolucionando…
Para terminar indicar, que muchas obras de filosofía de grandes autores, se aceptan, siendo o siguiendo un método similar a éste de redacción y exposición. Pero a ésta que comentamos, como el autor, es totalmente desconocido en el terreno de la Filosofía, pues ni se le tiene en cuenta, ni se le valora, ni se le estudia, ni se le analiza. En vez de examinar, razones y argumentos, datos y preguntas viejas y nuevas, se le paga con el silencio, ahora se expresa, como invisibilidad, no solo a la persona, sino al trabajo de estudio y búsqueda de décadas…
Para terminar, quizás la filosofía y los filósofos, deberían como los matemáticos, analizar los teoremas o algoritmos y las demostraciones, por ellos mismos, y no por quién los ha escrito, si tiene autoridad académica u ocupa un lugar u otro en la Universidad o si no tiene. Si hiciésemos esto, quizás aprenderíamos más de la realidad que estudiamos. Paz y bien.