CEAT Ciudad Real, por medio de su presidente, Miguel Angel Rivero, ha mostrado su satisfacción, tras conocerse que el pasado 2 de julio el Tribunal Supremo dictaba una sentencia fundamental para los autónomos, en relación a la denominada «segunda oportunidad».
Rivero ha subrayado que la sentencia supone dar la razón a este colectivo sobre las continuas denuncias y peticiones que ha llevado CEAT Ciudad Real, en relación a este importante asunto para el presente y futuro de los autónomos de la provincia, ya que significa comenzar a poner en términos de igualdad a todo el sector empresarial.
El presidente de CEAT Ciudad Real ha indicado que esta organización empresarial, integrada en FECIR, ha solicitado esta «segunda oportunidad» en numerosos foros y ante numerosas administraciones, «por lo que hoy es un día para felicitarnos todos, ya que se logra un reto y un objetivo marcado por CEAT desde hace tiempo», ha incidido Rivero.
La «segunda oportunidad» es un paso muy importante, ha añadido, porque era una de las «lacras que sufría el autónomo; ahora las perspectivas de futuro para nuestro colectivo cambian de forma significativa». De todas formas, agregó, seguiremos luchando desde CEAT Ciudad Real por la igualdad de condiciones de todo el mundo de la empresa, con el objetivo de tener las mismas oportunidades.
La sentencia es un paso hacia delante para los autónomos que han tenido problemas y quieren iniciar una nueva andadura empresarial. El Alto Tribunal permitirá que los emprendedores en quiebra puedan librarse de gran parte de las deudas que tengan contraídas con Hacienda y la Seguridad Social, con el objetivo último de facilitar los mecanismos que permitan la segunda oportunidad.
Según informan varios medios, «el fallo amplía la capacidad de los juzgados de lo mercantil para decidir sobre si se condona hasta un 70% de las deudas que los autónomos, en situación de insolvencia, hayan contraído con la Administración. Además, el Supremo deja en manos de los tribunales la potestad de que la cantidad que quede fuera de la quita se pueda pagar de forma fraccionada en un periodo de hasta cinco años, previo acuerdo de un plan en el que se tenga en cuenta la capacidad económica del autónomo afectado por la quiebra del negocio».
La Ley de Segunda Oportunidad que se aprobó en el año 2015 dejaba fuera la exoneración de los créditos con el Fisco y la Seguridad Social, lo que convirtió la norma que daba a los empresarios personas físicas la posibilidad de comenzar de nuevo en un instrumento incompleto desde el principio. Muchos autónomos que no han podido salir adelante han tenido que cargar además con la losa de abultadas deudas y sus correspondientes intereses, lo que, además, ha podido favorecer la economía sumergida para esquivar los costes con la Administración.