Multimedia.– La delegación de la Universidad de Iowa que este verano va a participar en la campaña de excavaciones en el yacimiento prehistórico de Castillejo del Bonete, en Terrinches, ha visitado hoy el Museo Provincial de Ciudad Real para conocer de primera mano la colección de piezas procedentes de las Cultura de las Motillas y especialmente del centro ceremonial terrinchoso.
El concejal de Terrinches, Rafael Mendoza, y el investigador principal de los estudios en Castillejo del Bonete, Luis Benítez de Lugo (UNED-UAM), han recibido al equipo norteamericano, que está formado por estudiantes en formación y jóvenes talentos ya graduados dirigidos por la especialista americana en Arqueología Funeraria y en el nacimiento de las primeras sociedades complejas de Europa, la profesora Katina Lillios, a los que han guiado por las distintas estancias que componen este espacio museístico donde el Ayuntamiento de Terrinches viene depositando periódicamente valiosos objetos arqueológicos restaurados, entre ellos el cráneo de Luciano, el antepasado de La Mancha.
Rafael Mendoza ha dado la bienvenida al grupo y les ha deseado que su estancia en nuestro país y en el yacimiento terrinchoso sea fructífera. “Desde el Ayuntamiento de Terrinches estamos haciendo una apuesta firme por la investigación y la preservación de nuestro patrimonio arqueológico y cultural y contamos con un yacimiento muy importante que está siendo una gran fuente de información sobre la Edad del Bronce”, les ha dicho.
Mendoza ha recordado que el Ayuntamiento de Terrinches y la Universidad de Iowa firmaron el pasado mes de mayo un convenio para el estudio del yacimiento de Castillejo del Bonete y que esta campaña no sería posible sin el mecenazgo de la empresa E2 IN2, a cuyo administrador, Valentín de Torres-Solanot del Pino, -que también ha acompañado al grupo- ha querido agradecer de nuevo públicamente su implicación.
E2 IN2 es una empresa que nació en 2015 para apoyar proyectos que generen alto valor añadido económico y social. Apoya proyectos especiales, singulares, de futuro y desarrolla soluciones tecnológicas para organizaciones como AKIHI y está construyendo CIVIE, ‘la herramienta del progreso’. También impulsa iniciativas como el ‘International Young Talent Seminar’ y el ‘Acto Homenaje a Empresarios Ejemplares’.
Su labor de mecenazgo en materia arqueológica ha hecho posible, mediante un apoyo de 40.000 euros, la investigación de la Cultura de las Motillas a través de diversos análisis y campañas de trabajo de campo, la primera de las cuales comenzará en Castillejo del Bonete la próxima semana cuando la caravana de la Universidad de Iowa se incorpore a las excavaciones arqueológicas que ahora comienzan. Valentín de Torres-Solanot del Pino ha explicado también que la semana próxima está previsto entregar en el Ayuntamiento de Terrinches dos becas a jóvenes talentos que aplican su creatividad, innovación y emprendimiento a la investigación arqueológica.
Sobre Castillejo del Bonete
Castillejo del Bonete, en la comarca del Campo de Montiel, fue declarado Bien de Interés Cultural en 2014. Es un santuario solar compuesto por varios túmulos conectados entre sí mediante corredores orientados a los solsticios. Todo el complejo monumental fue edificado sobre una cueva natural utilizada como sepulcro, que consta de varias galerías. La cueva, que ha permanecido sellada desde la Prehistoria hasta su descubrimiento en 2003, está acondicionada mediante construcciones funerarias diversas. También cuenta con arte rupestre esquemático, ídolos y estelas sepulcrales procedentes de lugares lejanos depositados en su interior. Tanto su interior como los túmulos exteriores fueron empleados recurrentemente durante más de cinco siglos para enterrar personas, depositar objetos y realizar ritos de comensalidad.
Su origen data de la época del Bronce de La Mancha, la denominación historiográfica genérica de la subdivisión espacial y temporal de la Prehistoria en la península ibérica también conocida como Cultura de las Motillas. Grupos humanos sedentarios, que basaban su sustento en la ganadería y la agricultura, ocuparon el territorio actualmente conocido como La Mancha (gran parte de la provincia de Ciudad Real, prácticamente toda la de Albacete y parte de las de Toledo y Cuenca) a partir del Calcolítico, constituyendo uno de los sustratos indígenas que dio origen a la cultura íbera.
El yacimiento es uno de los lugares claves que se mencionan en el marco de una investigación internacional que ha permitido reconstruir la histórica genómica de la Península Ibérica, firmada por 111 expertos, entre los que se encontraban los profesores Benítez de Lugo y Lillios, y que fue publicado en el mes de marzo de este año por la prestigiosa revista ‘Science’.