El paso de cebra me parece, en sí, una metáfora de nuestra forma de entender la relación entre poder y sociedad. Me explicaré: Allá donde se cruzan los tránsitos de vehículos y de peatones, donde no haya paso de cebra, el vehículo pesado, potente, rápido, circula por su vía con normalidad; el peatón lento, vulnerable, tiene también su propia zona de paso, pero tendrá la prioridad de paso al cambiar de acera si lo hace por un paso de cebra.
En resumen, el paso de cebra garantiza que no impere la ley del más fuerte en todo momento, sino que se garantice la protección del más débil. Pero atención, los pasos de cebra no afloran solos, ALGUIEN decide dónde han de ponerse y qué medidas disuasorias se añaden para prevenir los posibles excesos de los conductores. Ese ALGUIEN se llama poderes públicos (o sea, los políticos) y su mano ejecutora son las administraciones públicas, (o sea, los técnicos). Es decir, el fin último de los poderes públicos (o sea, los políticos) debería ser administrar los recursos en favor de los ciudadanos. Por ejemplo, instalar pasos de cebra… Debería.
Recordatorio: Hay quien sitúa el final de la Transición española (o sea, el paso de una dictadura a una democracia) con la alternancia de poder de la derecha a la izquierda – el P.S.O.E. – en 1982. Otros, cuando pasó a la derecha – el P.P. – en 1996. El caso, es que, entre las elecciones de 1977 (las primeras elecciones democráticas tras la dictadura) y 2010,el Parlamento español pasó de una representación plural al bipartidismo. Han sido muchos años para comprobar los efectos perniciosos del bipartidismo, en todos los ámbitos territoriales: el fomento del clientelismo, de las puertas giratorias, del endeudamiento irresponsable, de la legislación que propició la burbuja inmobiliaria etc. La sensación de que la máquina de poder tenía otras prioridades antes que la atención a los problemas cotidianos de los ciudadanos comunes. No es que yo venga aquí a pintar un panorama catastrofista, es que la crisis económica de 2008 acrecentó el descontento generalizado, y el 15 de mayo de 2010 surgió en Madrid un “movimiento” que se propagó a buena parte del país. Y de esto, ya hace 9 años.
Con este viento favorable, se fundó Podemos, y en las elecciones europeas de 2014 obtuvo 5 diputados. El “fenómeno” alcanzó tal dimensión, que llegó a ser la formación con mayor proyección de voto del país. Se hablaba de la Nueva política, del cambio de eje izquierda/derecha por arriba/abajo, de la participación ciudadana para hacer la agenda social, de los “ayuntamientos del cambio”, … de muchas cosas. Aún compartiendo espacio político,I.U. era también adversario, era la Vieja Política, el “pitufo gruñón”. Llegaron las elecciones de 2010, y enseguida, un esperpento propio de Valle Inclán, con un Pablo Iglesias postulándose como Vicepresidente del Gobierno, con besos entre varones al pie de los escaños, con la mención a la “cal viva”…Creían que 1+1=2, y que la unidad con I.U. les daría más escaños en una repetición de elecciones. Y sin embargo, no solo perdieron escaños, sino simpatías, credibilidad, apoyo público;incluso un goteo de escisiones que en este 2019 ha llegado hasta a los candidatos nº 1 para las elecciones europeas o de la Comunidad de Madrid. O sea, al “núcleo duro”. Y la “dacha” de Galapagar… No es que perdieran, es que – a pesar de haber engullido a I.U. a nivel nacional – todavía no han tocado fondo.
Simultáneamente al auge de Podemos, algunos sectores de los poderes fácticos propiciaron una alternativa al bipartidismo, pero con el aire fresco de la Nueva política. Se intentó una fusión entre C´s y U.P.D. Peor para éstos: el liderazgo de Albert Rivera era más conveniente que el de Rosa Díez. U.P.D.=R.I.P. A diferencia de Podemos, Ciudadanos trató de ganar adeptos tanto entre simpatizantes del P.S.O.E. como del P.P. Al igual que Podemos, garantizaban que con su forma de entender la Nueva Política el país iba a cambiar: reformas constitucionales, supresión de las diputaciones, tolerancia 0 con la corrupción, no apoyar la investidura de Rajoy… No pocos fueron los bandazos de opinión que iba dando “la veleta naranja”. Al igual que Pablo Iglesias, Albert Rivera ya se veía a sí mismo como nuevo mesías, como Presidente del Gobierno,cuando llegó la moción de censura… y todavía no se ha recuperado de ese trauma. Su rabieta infantil ha supuesto tal viraje que su liderazgo se ha vuelto incuestionable, su posición incontestable(al igual que el líder de Podemos). Y buena parte de su “núcleo duro” original se ha marchado. Se creen con autoridad moral para etiquetar y dar o negar visados de demócratas a toda clase de prójimos. Así, me pregunto si éste es el partido en el que querían entrar Celestino Corbacho o Soraya Rodríguez. Y si antes ya era capaz de decir una cosa y la contraria, ahora es capaz de decir una cosa y hacer otra, con tal de pillar cacho, de tocar poder. O de chantajear al P.S.O.E. de Castilla-La Mancha (como hiciera Podemos en el Parlamento regional) para – con una representación pírrica – lograr alcaldías importantes durante dos de los cuatro años de mandato.
¿Y Vox? ¿Forma parte también de la Nueva Política? En cierto modo, algunas imágenes sí que me lo recuerdan: sus frecuentes apariciones en los medios (especialmente en Antena 3), la idea de regenerar al país (de sus cenizas), la aparente transversalidad, los “dimes y diretes” con respecto a sus alianzas, su auge y descenso… aunque todavía está por ver cual es su impacto y su implantación real: tiempo al tiempo, aunque ya haya muestras de su modo de entender el poder, aún es pronto para hacer balance.
Estamos en julio. Han pasado más de dos meses desde las elecciones generales del 28 de abril, y los partidos de la Nueva Política, lo único que han demostrado es que el fin justifica los medios, que los pasos de cebra de cualquier especie les importa más bien poco ante la posibilidad de obtener prerrogativas del poder. La mayoría absoluta en el Congreso, para elegir Presidente del Gobierno, es de 176 diputados. El P.S.O.E., con sus 123 diputados (frente a los 63 de la segunda formación, el P.P.) tiene el encargo del Rey para intentar formar gobierno.Hay quien pensaba que el resultado de las elecciones de 2019 era un pucherazo, porque el número de escaños de los principales grupos parlamentarios formaban múltiplos de 3, dando por sentado el apoyo incondicional de Podemos y Esquerra Republicana al P.S.O.E. de Pedro Sánchez. En mi opinión, la dificultad de la formación de Gobierno, y la necesidad de contar con apoyos de las otras minorías (¡para llegar a 176, hay que sumar hasta los votos que no son múltiplos de 3!), demuestran dos cosas: que el supuesto pucherazo es un infundio y que para Pablo Iglesias, el nuevo “pitufo gruñón”, su prioridad no es defender a la gente, sino su poltrona. Se ha convertido en el caballo de Troya de la izquierda. En cuanto a C’s, me parece tan absurdo pedirles la abstención, como que éstos se la pidieran al P.S.O.E. en 2016. El pacto que alcanzaron antes de dichas elecciones, pura pose. Y ahora, exigir a los representantes del P.S.O.E. que quieran alcanzar acuerdos con ellos, que abominen de Pedro Sánchez (o sea, que renuncien a Satanás) me parece despreciable.
El problema esencial de España no me parece que sea, como diría Gustavo Bueno, la unidad del país en sí, sino de qué manera se fragua: de lo que entienden nuestros representantes por el bien común, de cómo algunos están más dispuestos a destruir valores (la tolerancia, la convivencia, el respeto, la legitimación …) que a construir país, más dispuestos a permitir el perjuicio de la provisionalidad que el beneficio que proporciona al país la estabilidad. Ya les digo: asquito.
Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde
Muchas gracias, muy buen artículo.
Aunque, la estabilidad sea el continuismo del régimen, en mi opinión…
No es lo que nos gustaría, sino lo que quiera la mayoría, aunque la mayoría sea simple
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-lrqNjzsMZG0/WkojJ1tP37I/AAAAAAAANL4/uhTFwwxl4OcMqDuAlHvXcl25dJnf2R5dQCLcBGAs/s1600/01.jpg" title="la mayoria no es simple, se abstiene"
Aunque parezca mentira, estamos aún en pañales respecto al Norte de Europa. Acabamos de salir del bipartidismo y, los nuevos partidos no han sabido avanzar. Han querido emular a los partidos de donde han salido y por eso andamos igual que al principio. Aunque veo que tanto Ciudadanos como V.O.X. lo van a pagar bien pagado en la próxima cita electoral.
Ciudadanos y Vox no son más que una escisión del PP. Y la mayoría de los que conforman estos partidos, son ex miembros de ejecutivas donde imperaba el ordeno y mando bipartidista, y la mamandurria….
Podemos ha seguido la tradición puñalística de las izquierdas y, en vez de representar con dignidad a los que creímos en el 15M nos ha traicionado y se ha convertido en un cero a la izquierda.
Pedro Sánchez, ahora mismo es el mejor representante del bipartidismo, haciendo ofertas injustas y fuera de lugar a Podemos para quemarlos. Es verdad que le soplan vientos favorables, pero parece que sus compañeros de partido le tienen mentalmente secuestrado, haciéndole creer que debe mantenerse firme y no pactar con nadie. ERROR. En estas elecciones los ciudadanos hemos dicho que NO queremos bipartidismo, que queremos pactos, y que queremos que se entiendan.
Sí que llevas razón. Asco de política. Y asco, porque no es normal que no hayan hecho algo muy simple: si ves algo que funciona, como son los pactos en países de Norte de Europa, cópialos. No hace falta que inventes. Aprende de ellos. Porque lo otro es italianizarse en política, y no creo que eso nos venga muy bien.
España necesita estabilidad, y si esa estabilidad tiene que partir de pactos de Estado entre diferentes partidos, todos tendrán que ceder. Pero tanta puta mierda de cordones sanitarios, que quítate tú para ponerme yo, de izquierdas verdadera y puras, de derechistas cobardes, es verdad que dan muuucho asco.
El régimen no cae, y no caerá…. Leonor será, que vergüenza, Reina. Todo lo demás seguirá igual. Una CE inoperante bajo el régimen de partidos conniventes con la élite económica. Desde mi humilde, deformada y, también, inoperante opinion. (Gracias prensa libre)
Se os ve desanimaos. Algunos, como Hobbes, han perdido el ardor guerrero preelectoal; ya ni cuñadanos, ni trifachitos ni leches que mamar. Los republicanos, conscientes del recurrente espejismo, sienten ya el peso del veranazo y ven coronas por tos laos. El articulista, lúcido y pragmático, pone en evidencia que será leído, pero nunca escuchado.
Iros a la playita, sombrerito de paja y servesita. Que a la vuelta seguirán estando por aquí Pilar, la que nos cuida a todas y todos, y por si faltaba algo, Eva María, que no solo nunca se fue, sino que llega cargada de sorpresas, bajo palio seguramente.
¿Y Sánchez? Joder, Sánchez, qué bien le quedan las Ray-Ban
Es obvio que la fragmentación parlamentaria ha llegado para quedarse. Por eso, es importante que el país se acostumbre y que empiece a gestionarla para no llegar a una parálisis. Son necesarios acuerdos que nos dirijan hacia la estabilidad política.
Por cierto, cuando un grupo de personas cruza un paso de peatones, no elige la ruta más directa o rápida, sino que toma en cuenta a las otras personas que los rodean. Un comportamiento curioso….
Ideas vigentes de Vallejo-Nájera.
Existen seres degenerados y, por tanto, proclives a la delincuencia marxista.
La mayoria es simple: Esa multitud de seres incultos, torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas.
La comprobación de nuestras hipótesis tiene enorme trascendencia político social, pues si militan en el marxismo de preferencia psicópatas antisociales, como es nuestra idea, la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible