Puertollano: Isabel Rodríguez tiende la mano al talento creativo en la presentación del libro de Miguel Angel Lillo

Miguel Ángel Lillo presentó el jueves en el Museo Cristina García Rodero “Najma”, una novela policiaca, de suspense, de amor y pasión,  pero también humanitaria que nos plantea el dilema personal de preguntarnos ¿qué haríamos nosotros en su lugar?

El autor estuvo arropado por numerosos amigos, personalidades y representantes del mundo de la cultura y del equipo de gobierno municipal, que llenaron el salón de actos del Museo, según informa el consistorio en una nota.

La alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, que participó en la presentación junto al autor del libro y al editor Javier Flores, valoró la labor de escritor y le dio su enhorabuena en nombre del Ayuntamiento y del conjunto de la ciudadanía por esta primera novela. También felicitó al director de Ediciones Puertollano “por  su labor de publicar libros de autores de Puertollano.

La alcaldesa calificó a Miguel Angel Lillo como un personaje creativo en sí mismo y artista multidisciplinar, e invitó a leer esta primera novela suya, “a conocer a Jennifer Rojas, a Héctor, a sumergirnos en una trama de suspense, de amor y pasión, a dejarnos llevar por unos sucesos que sin duda no nos dejaran indiferentes. Por una feliz lectura, buen verano”.

Tender la mano al talento

Isabel Rodríguez dijo del editor Javier Flores que es un descubridor de gente creativa. Quiso asimismo dejar constancia de su implicación con el mundo de la cultura en nuestra ciudad, “de hecho es mi primera presentación de un libro como alcaldesa”, y comprometió su apoyo a este tipo de iniciativas, “porque tenemos que poner en positivo el talento de nuestra ciudad y tenderemos la mano a todas aquellas personas que tengan algo que aportar. El talento, la positividad y la creatividad son valores en alza en una sociedad democrática y Puertollano necesita el talento y la creatividad con la que impregnáis la ciudad”.

En este sentido, Isabel Rodríguez subrayó el papel de la cultura a la hora de habilitar espacios de encuentro, “la cultura es sinónimo de avance y de profundizar en temas comunes que nos inquietan y preocupan. Tengo claro que la cultura es parte también del nuevo impulso de Puertollano””.

El autor

Miguel Angel Lillo nace en Puertollano en 1967. Artista multidisciplinar de formación autodidacta, desarrolla sus obras en campos tan dispares, y a la vez tan conectados como el diseño gráfico, la pintura, la escultura y la fotografía, lo que le ha llevado a exponer su obra individual y colectivamente, en museos de nuestro país. Forma parte como director de arte de la productora cinematográfica “Dr. Lugosi” que ha obtenido distintos premios y reconocimientos en festivales nacionales con el corto “Niet”. Es vocalista de la banda pop-rock “Obstusia” y actualmente, está inmerso en distintos proyectos artísticos y culturales que compagina con su labor de escritor.

El libro

Una escritora de prestigio mundial, Jennifer Rojas decide desconectar de una historia personal truculenta en la noche madrileña. Allí conoce a Hector, un pintor y galerista de arte con el conecta inmediantamente y mantiene una estrecha relación amorosa.

Hector la invita a conocer un proyecto humanitario en Somalia en el que está involucrado junto con un grupo de activistas. El proyecto es de tal embergadura que a Jennifer Rojas la primera pregunta es de dónde se obtienen los fondos necesarios para mantener semejantes infraestructuras.

Ante la pregunta, la respuesta no deja de ser más sorprendente, puesto que el grupo se dedica a robar en los principales museos europeos para vender los cuadros y así costear la ong.

Después de hacerlo en el Museo del Prado, tras ellos se lanza un comisario de policía, Alañón, junto con miembros de la Interpol y la Europol, que les siguen en sus pesquisas hasta Somalia.

Allí, los policías son secuestrados por la guerrilla somalí, siendo recatados por la intermediación de los mismos médicos y componentes de la ong lo que pone sobre el tapete una duda moral a los policías. Si apresarlos o no. Al fin y al cabo, les deben la vida.