Comunicado.– El concejal de Podemos-Equo en Valdepeñas, Luis Benítez de Lugo, no ha cogido la medalla y el pin de plata que se encontró el pasado sábado encima de su pupitre asignado en el Salón de Plenos, durante la constitución de la nueva corporación municipal.
En su discurso de investidura dijo que “pensamos y queremos una Valdepeñas armónica, sin ciudadanos de primera y segunda categoría. Por eso, con todos los respetos, vamos a renunciar la medalla de plata que este ayuntamiento da a las concejalas y concejales entrantes. Con ese gesto queremos expresar nuestro rechazo a una clase de políticas que generan: 1) gastos innecesarios; 2) regalos a las concejalas y concejales”.
El concejal recién elegido preguntó el precio de la medalla de plata, obteniendo en ese mismo pleno la respuesta: 900 euros.
En Valdepeñas existe un ‘Reglamento de Protocolo’ aprobado en 1995, que dispone que los atributos de los concejales son una medalla, un pin y una venera de plata. Para el alcalde se reserva un collar, una medalla y un pin de oro, además del bastón de mando con la empuñadura también de oro.
Benítez de Lugo ha querido dar a conocer a la ciudadanía los pormenores de este protocolo, señalando que “es una cuestión de trascendencia simbólica y de principios: no hace falta ningún obtener nada más entrar al cargo ninguna joya para desempeñar una concejalía o distinguirse de la gente del pueblo; la dignidad y honestidad de un concejal no depende de una medalla. Es preciso pensar desde el primer día más en la ciudadanía y menos en adornos de sus representantes, sufragados con dinero público.
El alcalde le ha criticado que no haya rechazado la medalla antes. “Yo puedo hacer algo como concejal cuando soy concejal y además no tengo conocimiento de lo que va a suceder. No tengo ni idea de cuándo se encargan esas joyas, ni nadie me ha preguntado si la quiero o no. Lo que dice es absurdo. Y, desde luego, es necesaria más Transparencia; es necesario que la gente sepa qué sucede con estas joyas y en qué se gasta el dinero el Ayuntamiento. Por eso queremos saber cuántas medallas se han comprado desde que el Reglamento de Protocolo está en vigor; y cuántas concejalas y concejales no han devuelto esas joyas, porque parece que es costumbre quedárselas en casa, no devolverlas, que el ayuntamiento no las reclame y tenga que comprar otras nuevas cada vez. Si eso realmente ha sucedió así, es importante saber por qué se ha permitido que los cargos electos se queden en su casa un Patrimonio que es público. El Reglamento es claro cuando en su artículo 17 prescribe que ‘los atributos deberán ser devueltos cuando cesen sus titulares en el cargo para el que han sido elegidos’. Si este ayuntamiento ha permitido que se incumpla la normativa queremos saber por qué y cuánto ha supuesto de gasto para Valdepeñas ese incumplimiento consentido. Solicitamos, además, que una cantidad igual a esa se destine a ayudas a familias en situación de desprotección, sumada a las políticas sociales que ya se realicen. Ya está bien de privilegios decididos por la clase política para beneficio propio. ¿Dónde acaban las joyas pagadas por el pueblo de Valdepeñas?”.