Colectivos sociales de Ciudad Real conmemoran en los Jardines del Prado el Día del Refugiado

Para celebrar el Día Internacional del Refugiado, que se conmemora cada 20 de junio, las Asociaciones de Ciudad Real que conforman la Mesa de Atención a los refugiados (Movimiento por la Paz (MPDL), Cruz Roja, ACCEM, CEPAIM  y la plataforma Ciudad Real Ciudad Refugio) han organizado numerosas actividades en la tarde de este miércoles en el Antiguo Casino y en los Jardines del Prado. El acto central ha sido la lectura de un manifiesto para visibilizar a estas personas “que se vieron obligadas a abandonar sus países de origen y la vulneración de los Derechos Humanos que se sigue produciendo”.

En el Paseo del Prado se ha instalad un punto de información de ACCEM y en el interior del Antiguo Casino se han podido visitar sendas exposiciones de Cruz Roja y MPDL. Además se ha proyectado el documental “Soy refugio” de CEPAIM y Cruz Roja ha desarrollado la actividad “La maleta que más pesa”. Asimismo se ha ofrecido un recital de bienvenida con música tradicional ucraniana, un acto de poesía colectiva “en tus ojos he visto” de la mano de CEPAIM. No ha faltado mimo y la performance “los refugiados de la risa” a cargo de Los Manchayasos

En los Jardines del Prado se han realizado juegos infantiles con un paracaídas, se ha elaborado un mandala colectivo, cuentos, narración oral con temas de integración, y finalmente se ha dado lectura al manifiesto, por parte varias personas inmigrantes y representantes de los colectivos convocantes. La celebración ha concluido con una danza del artista Gensel.

A continuación reproducimos el manifiesto al que se ha dado lectura en el templete de los Jardines del Prado:

MANIFIESTO DÍA MUNDIAL DEL REFUGIADO – 20 DE JUNIO DE 2019 – CIUDAD REAL

Nuestro mundo vive hoy la peor crisis humanitaria de la historia reciente. Cada día, miles de personas huyen de su casa en busca de un lugar seguro y muchas llegan a Europa para buscar protección. Según el ACNUR, son 44.400 las personas al día que se ven obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos o persecución.

En torno a 70 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares. Sin duda una cifra sin precedentes. Entre ellas hay casi 26 millones de personas refugiadas, más de la mitad son niños y niñas.

Además, se estima que hay 10 millones de personas apátridas a quienes se les ha negado una nacionalidad y acceso a derechos básicos como educación, salud, empleo y libertad de movimiento.

En el Día Mundial de los Refugiados, que se celebra cada 20 de junio, desde la plataforma Ciudad Real Ciudad Refugio queremos sensibilizar sobre todo esto, concienciar, llamar la atención, señalar que existe un grave problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en nuestras sociedades para que, a través de esta llamada de atención, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos así lo exijamos a nuestros representantes.

Esta celebración, además, nos brinda la oportunidad de mostrar nuestro apoyo a todas familias que se han visto obligadas a huir y que hoy viven entre nosotros. Somos conscientes de que en todo el mundo, colectivos, pueblos y comunidades locales, escuelas, empresas, grupos religiosos y personas de todas las edades y de toda condición están dando pequeños y grandes pasos en solidaridad con las personas refugiadas.

Pero tenemos la obligación de recordar que 70 años después de la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos el incumplimiento de muchos de estos derechos es sistemático:

– Denunciamos que las bombas siguen cayendo y siguen matando civiles, y dirigimos también nuestra mirada a laspersonas y familias desplazadas,a quienes han dejado su tierra por tener gobiernos dictatoriales que violan derechos fundamentales o por ser amenazadas y perseguidas porgrupos violentos que buscan un control social manteniendo el miedo y el terror en la población. Denunciamos que personas sigan perseguidas en pleno siglo XXI por su orientación sexual, por el color de su piel, por pertenecer a una etnia, por sus ideas políticas, o por el simple hecho de ser mujer y querer ser libre. Por todo esto miles de personas siguen saliendo de sus casas en busca de una vida mejor y muchas son extorsionadas por mafias e incluso mueren en el intento.

– Denunciamos que muchas de esas personas intentan llegar a Europa, pero Europa se blinda con políticas asesinas, con muros, con vallas, con cuchillas.

– Denunciamos que las que consiguen entrar están hacinadas en campamentos esperando que alguien decida sobre sus vidas.

– Denunciamos el racismo institucional y el incumplimiento de derechos en las fronteras.

– Denunciamos que a muchas personas les limitan moverse, porque su pasaporte no vale tanto como el nuestro.

– Denunciamos que las mujeres sufren doblemente toda esta realidad por su condición de mujeres. Sufren la violencia de género consecuencia del machismo y el patriarcado en todos los países del mundo, sufren la trata, sufren en algunos lugares del mundo la ablación y los matrimonios forzosos. 

– Denunciamos un sinfín de vulneraciones de derechos humanos, como las ocurridas en los CIES, como la situación de los Menas, las devoluciones en caliente o el abandono de personas en el mar impidiendo a los barcos de las ONGs hacer su trabajo humanitario.

No podemos esperar otros 70 años ni permitir que los Derechos Humanos se queden enganchados a una valla.

Por todo esto exigimos tanto al estado español como al resto de países miembros de la UE:

– El cumplimiento de todos y cada uno de los principios recogidos en la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, así como garantizar los principios de solidaridad y respeto de los Derechos Humanos recogidos y ratificados en el seno de las Naciones Unidas y la Unión Europea, revistiendo una especial relevancia el Derecho al Retorno.

– El cumplimiento del Pacto Mundial sobre Refugiados, aprobado por la Asamblea General de la Naciones Unidas en diciembre de 2018, que tiene como objetivos clave aliviar las presiones sobre los países que acogen refugiados; desarrollar la autosuficiencia de los refugiados; ampliar el acceso  al reasentamiento en terceros países y otras vías complementarias y fomentar condiciones que permitan a los refugiados regresar voluntariamente a sus países de origen con condiciones de seguridad y dignidad.

-El aumento de la inversión en materia de ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo en los países de origen y tránsito de las personas refugiadas, ya que, entendemos, es una de las maneras más efectivas de atender a las personas víctimas de la violencia, reconstruir las infraestructuras destruidas por causa de la guerra,  luchar contra la pobreza y promover el desarrollo humano sostenible a partir del fortalecimiento de las estructuras de base.

– La utilización, por parte de las administraciones, de un discurso inclusivo y respetuoso que evite los conflictos, la discriminación y la criminalización de las personas refugiadas, fomentando la convivencia pacífica y fraterna.

– Generar todos los mecanismos necesarios para que nuestras sociedades sean espacios de acogida e integración con todas las garantías para las personas refugiadas. Esta es una responsabilidad que asumimos atendiendo, además de al cumplimiento de los derechos humanos y la legalidad internacional, a nuestro compromiso con la construcción de una verdadera cultura de paz.

Los estados son los que deciden sobre el asilo, y ahí estamos y estaremos para continuar con la denuncia de las políticas injustas, pero no podemos olvidar nuestra obligación como ciudadanos, pues son las ciudades las que dan refugio y las que garantizan la convivencia cotidiana de ideas, culturas y religiones diferentes. Por eso desde las entidades que forman la plataforma Ciudad Real Ciudad Refugio y desde el testimonio de muchas personas anónimas lo estamos intentado hacer cada día, a pequeña escala, en nuestro pequeño mundo, y podemos y queremos hacerlo crecer poco a poco, aún más, para llegar a convertirnos en una verdadera ciudad acogedora y humanizadora.