El testamento vital (Declaración de Voluntades Anticipadas en Castilla-La Mancha) es un documento que puede firmar cualquier persona “mayor de edad, capaz y libre”, en el que deja escritos los tratamientos que desea recibir y los que rechaza, en el momento en el que su situación clínica sea irremediable y no tenga capacidad para tomar decisiones. Sobre esta cuestión ha impartido esta tarde una charla en la Biblioteca Pública del Estado Prado Sánchez Molero, enfermera, antropóloga social y miembro de Derecho a Morir Dignamente.
Sánchez Melero recomendaba que cada ciudadano tome las riendas de su vida a través del testamento vital, porque esto “aligera de problemas” a su familia y “le deja clara la situación a los médicos respecto a qué cosas quiere y que no”. Especialmente, apuntaba, el objetivo es evitar el “encarnizamiento terapéutico”, de forma “que tengamos una muerte con los mayores cuidados y técnicas a nuestro alcance, con sedación paliativa, evitando prolongar el proceso de muerte”.
En los últimos cincuenta años, comentaba, ha cambiado mucho la forma de morir. La esperanza de vida ha aumentado y nuestro fin llega como consecuencia de enfermedades crónicas “muy duras, lentas y medicalizadas en el medio hospitalario”. No se produce una socialización de la muerte y se ha convertido en un tabú, añadía. “Ya no vemos morir a nuestros familiares en casa, los niños no saben cómo transcurre la muerte de sus abuelos, cómo sobreponerse a ella o cómo se lleva todo eso en el medio familiar”.
La muerte es el proceso final de la vida y, del mismo modo que tenemos derecho a una vida digna, qué mejor que coronarla con una muerte digna, reflexionaba. Porque, independientemente del credo que cada uno tenga, y así lo reflejan las encuestas, la ciudadanía no quiere sufrir. Derecho a Morir Dignamente (DMD), explicaba, defiende la despenalización de la eutanasia, que se legisle con las máximas garantías, y la libertad para decidir sobre nuestra vida.
Sánchez Molero recomendaba acudir al documento oficial de la comunidad, que se basa en la Ley de Autonomía del Paciente de 2002. En él se puede dejar por escrito el rechazo a determinados tratamientos y preferencias sobre sedación paliativa, cuidados paliativos o la adecuación del esfuerzo terapéutico. DMD sugiere añadir un anexo más en la que se expliciten los valores de la persona, “las cosas que quiere y las que no, como lo anterior, la sustitución de un profesional en el caso de que sea objetor o, si en ese momento estuviera legislada la eutanasia, que se le aplique”.
Al documento de voluntades anticipadas se puede acceder desde la web del SESCAM, se rellena y se presenta en la delegación de Sanidad de la Junta de Comunidades de la calle Paloma, en los centros de salud de la capital o en los hospitales de la provincia.
Para cumplimentar la charla, un ejemplo practico de lo que sucederá si se siguen los postulados de esta gente.
https://elpais.com/sociedad/2019/06/04/actualidad/1559672340_968899.html?id_externo_rsoc=TW_CC
Una interesante charla. De nada sirve tener una vida digna si no se tiene una muerte digna……
¿Por qué no? Qué ganas de decir frases que parece que suenan bien pero que si las analizas son una estupidez. ¿Por qué no sirve de nada tener una vida digna si, a la hora de tu muerte, por las circunstancias que sean, ésta no es tan «digna»?
Ahora resulta que si mueres de alguna manera no tan digna (que esa es otra, no sé qué tiene de digna o de poco digna la muerte, lo principal es que te mueres), la vida que has llevado entonces no importa una mierda.
Pues no, vive todo lo dignamente que puedas, sin que importe la manera en la que vas a morir.
Pues, para la mayoría de las personas, lo más espantoso de la muerte no es morir, es morir sufriendo. Es una distinción clave, D, «Perico Palotes»……
Sí, ¿y qué tiene que ver eso con que si no mueres dignamente no merece la pena tener una vida digna?
Para defender que la gente pueda elegir como morir no hay por que decir simplezas como la de que no sirve de nada una vida digna. Una vida digna es lo primero que hay que pedir, y después una muerte digna, y si esto último no se consigue, al menos la vida ha merecido la pena, sí que ha servido tener una vida digna.
Usted decía que la vida digna no sirve de nada sin la muerte digna. Yo digo que la vida digna sí sirve de mucho, tengas la muerte que tengas, y que la frase que usted ha dicho en el primer mensaje es una chorrada sin sentido con la que nadie puede estar de acuerdo, aunque a algunos como usted les suene bien.
Totalmente de acuerdo.
Charles es un bolchevique posmoderno, como tantos.
Para ellos lo único realmente digno es investirse de la superioridad moral (del escarabajo pelotero).
El testamento vital es un trámite muy importante que todo ciudadano debería hacer, ya que no sólo sirve para ayudar a la persona en los últimos días previos a su muerte, sino que también ayuda a su familia y al equipo sanitario que la atiende. Gracias a las nuevas tecnologías, este trámite se puede hacer ya a través de Internet, donde, por ejemplo, todos los ciudadanos de Castilla La Mancha pueden tramitar su testamento vital.