El Gobierno de Castilla-La Mancha ha mostrado su respaldo al proyecto ‘Sonrisas Valientes’, una iniciativa promovida conjuntamente por el equipo directivo del Centro Concertado de Educación Especial Santísimo Cristo de la Salud, perteneciente a la Asociación Pro Personas con Discapacidad de Quintanar de la Orden (ASPRODIQ) y los profesionales de la Unidad de Salud Bucodental ubicada en el Centro de Especialidades, Diagnóstico y Tratamiento de esta localidad.
El objetivo de este proyecto es facilitar el acceso de las personas con autismo y/o discapacidad intelectual a las consultas de odontología para realizar una correcta promoción y prevención de la salud oral, evitando en la medida de lo posible la realización de tratamientos invasivos y que todas las técnicas necesarias para dichos cuidados se realicen de manera ambulatoria sin necesidad de pasar por un quirófano con anestesia general gracias a un correcto manejo de conducta en las Unidades de Salud Bucodental.
La directora gerente del SESCAM, Regina Leal, y la viceconsejera de Educación, Universidades e Investigación, María Dolores López, han mantenido esta semana un encuentro con representantes del equipo directivo del centro educativo y con el odontólogo titular de la consulta de la Zona Básica de Salud de Quintanar de la Orden, para conocer los pormenores de esta iniciativa y los primeros resultados que han obtenido desde su puesta en marcha.
Tal y como han explicado los impulsores de este proyecto, “si ir al dentista no resulta sencillo para ningún niño, si tiene algún tipo de discapacidad, la cosa se complica”. El profesional, el entorno y el objetivo son elementos completamente ajenos y difíciles de entender y explicar a estos pacientes, lo que provoca una respuesta de rechazo inmediata y una situación de estrés para la familia. Cuando esta situación se prolonga, suele derivar en situaciones que requieren sedación o anestesia general, con el agravante de manejo, costo y riesgo de complicaciones en su salud.
Para evitar estas situaciones, los profesionales educativos y sanitarios iniciaron hace unos meses este proyecto que tiene además otros objetivos específicos, como promover la prevención, la salud y el cuidado bucodental de estos alumnos y alumnas, atendiendo a sus necesidades sanitarias y favoreciendo la adquisición de hábitos saludables para su bienestar.
Asimismo, pretende animar y guiar a las familias de los alumnos y alumnas a llevar a cabo un correcto seguimiento de la salud bucal de sus hijos acudiendo a consulta periódicamente y no sólo ante la aparición de problemas de salud bucal, además de reforzar hábitos adecuados de alimentación saludable e higiene bucal, proporcionando información desde el colegio hacia los alumnos y alumnas y sus familias.
Fomentar un ambiente agradable
Por otra parte, con este proyecto se intenta identificar las necesidades de los alumnos y las situaciones potencialmente estresantes relacionadas con el ámbito bucodental y fomentar un ambiente agradable y predecible que les ayude a mostrarse tranquilos en sus visitas a la consulta de odontología, aumentando su capacidad de colaboración de los alumnos en la consulta y, por tanto, que el tratamiento sea más eficaz.
Igualmente, pretende proporcionar información adaptada de manera clara, concreta y permanente, a modo de anticipación (visual) que ayude a comprender y regular la situación en consulta, así como identificar las características del alumnado que asistirá a la consulta de odontología para llevar a cabo una desensibilización adecuada y progresiva en situación de juego previa y en vivo.
Según han explicado sus responsables, el proyecto se desarrolla en tres fases. En la primera de ellas se basa en el juego, para que los niños ‘se pongan en la piel’ de los dentistas, para ver qué aspectos relacionados con la consulta les gustan y cuáles no o incluso le causan temor. Para ello se utilizan muñecos, bocas articuladas, depresores, algodones, pinzas y diferentes utensilios de la consulta de odontología, de forma que se vayan familiarizando con ellos. Todo el proceso ha sido previamente fotografiado y trabajado con los alumnos en forma de pictogramas que además estarán visibles en la consulta de odontología.
Las observaciones realizadas en esa primera fase sirven para extraer conclusiones, por ejemplo, si a los chicos les molesta el ruido del aspirador o si no le gusta que le pongan algodones, etc. La tercera fase es la habituación a la consulta, y para ello se realizan visitas graduales al odontólogo, de forma que el alumno se vaya habituando y tolerando estas consultas. A las primeras visitas el paciente acude acompañado de un familiar y de su profesor.
Según la información facilitada por los impulsores de esta iniciativa, los resultados obtenidos hasta el momento son “excelentes”, ya que se ha logrado que pacientes que en el sillón odontológico no abrían la boca permitan ahora que se les realicen, con toda tranquilidad, los diferentes tratamientos.