Durante la segunda jornada de la Feria Nacional del Vino (FENAVIN), daba comienzo la cata organizada por la Cámara de Comercio e Industria de Ciudad Real, “Saborea la provincia de Ciudad Real: Innovando Tradición”, actividad incluida dentro del programa “Impulsa Agro”, que ha sido presentada por Cristina Delgado, representante del Área de Internalización del organismo ciudadrealeño, y José María Cabanes Fisac, Secretario General del mismo.
Tras las presentaciones pertinentes, ha tomado la palabra la enóloga y consultora del vino, con más de 25 años de experiencia en el sector, María Antonia Fernández-Daza, quien ha presentado una selección de vinos únicos y notables que han sido elaborados siguiendo criterios de calidad y desarrollo sostenible. Estos vinos son interesantes por las innovaciones tecnológicas introducidas en su proceso de producción, conservando siempre la tradición vitivinícola de la región.
Todos los vinos son la representación de las empresas que participan en el programa “Impulsa Agro”, liderado por la Cámara de Comercio y financiado por la Diputación Provincial de Ciudad Real, cuyo objetivo es mejorar las prácticas de comercialización y desempeño comercial, enfocándose en la internacionalización. De las 34 empresas que forman parte del proyecto, un total de 15 bodegas han puesto sus productos a disposición de la cata.
Los vinos que se han podido degustar son interesantes por las innovaciones tecnológicas introducidas en su proceso de producción, conservando siempre la tradición vitivinícola de la región. Entre ellos, han destacado algunas variedades de Airen, innovadoras foráneas de Sauvignon blanc, así como Tempranillo o Carbernet Sauvingnon, que sobradamente han dejado entrever la grandiosa riqueza de nuestra tierra.
Respecto a los espumosos, María Antonia ha destacado: “hemos querido traer a la cata vinos espumosos puesto que su consumo no deja de crecer y, además, porque están incluidos en la Denominación de Origen de Castilla-La Mancha. Se trata de abrir el abanico de posibilidades para acercarse a un público mayor. “No todo tiene que ser un vino de reserva, de crianza, serio y concentrado, sino que hay que buscar para productos para todos los clientes”, ha señalado.
En cuanto FENAVIN, “he tenido la gran suerte de conocer la feria desde que empezó. He visto su evolución, cómo ha ido creciendo, la enorme inversión que supone traer compradores y cómo se ha ido despertando el interés de los expositores de toda España. Desde una postura más analista que crítica, también ha querido finalizar con una reflexión: “creo que la feria ha llegado a un punto de inflexión y tiene que ir pensando hacia dónde debe evolucionar antes de que decaiga”.