David Hornillos reflexiona sobre la vida a través de horizontes azules en su segunda estación

El fotógrafo David Hornillos ha presentado esta mañana en la Escuela de Arte Pedro Almodóvar de Ciudad Real su segundo fotolibro, ‘Ustedes los vivos’, publicado a finales del año pasado por la editorial Dalpine. Un trabajo que supone la continuación de su anterior proyecto, titulado ‘Mediodía’, y que el autor presentó también en Ciudad Real, en la sala del Colectivo Alumbre.

‘Ustedes los vivos’ es extenso, se compone de 435 imágenes y casi 900 páginas. Las fotografías de este segundo libro están tomadas en un descampado junto a la estación de Chamartín, en Madrid. En otro tiempo, hasta la década de los sesenta, este espacio fue el Cementerio de Chamartín de la Rosa. Hornillos utiliza ese escenario «para hablar del ser humano y de la condición temporal del hombre». Juega con pocos elementos, pues se siente más cómodo encorsetándose: el cielo azul, la línea del horizonte y los personajes que atraviesan el lugar.

Comenta que tenía en la cabeza hacer un segundo trabajo siguiendo la línea ‘Mediodía’, “utilizando las estaciones de tren como excusa para contar otras cosas y como escenarios en los que desarrollar determinadas ideas”. El proyecto le ha llevado cuatro años y no fue hasta hace un año y medio cuando tuvo claro cómo iba a enfocarlo.

Las estaciones de tren son lugares “muy anárquicos”, ricos en “personajes variopintos”, donde la gente transita “como abstraída, con prisa hacia sus destinos”.

‘Ustedes los vivos’ invita más reflexionar “sobre lo que somos, a entender nuestra temporalidad” -todo ello representado a través de la línea del horizonte y su evolución a lo largo de las fotografías-, que a llegar a conclusiones.

Aunque guarda similitudes con ‘Mediodía’, en su primer proyecto, desarrollado en la estación de Atocha, había retratos, mientras que en ‘Ustedes los vivos’, “la cara b”, todo es fotografía de calle con personajes, salvo una breve introducción. Si aquel era naranja, este es azul, explica refiriéndose a los colores (“precisamente complementarios”) predominantes en cada una de las series. En ambos utiliza el recurso de fotografiar a las horas centrales del día, con luz “fuerte”, “y a poder ser en días soleados”, cuando el azul del cielo “vibraba”. “Me gusta esta estética y esos colores”, concluye.