Lo más auténtico de la romería en honor a santa Brígida volvió a vivirse este primer día de mayo, en lo alto del cerro del que nace el casco urbano de Almodóvar del Campo, en una jornada de excesivo calor por las fechas.
Una romería que consiguió que numerosos vecinos, amigos y familias se trasladaran hasta el cerro, como manda la tradición, para disponer de un espacio del enclave para asentar improvisadas carpas y disponerse a cocinar en buena compañía y disfrutar de una comida campera en toda regla.
Y ello, en torno a la festividad religiosa de santa Brígida, donde al mediodía se celebró la misa romera y que, como suele ser habitual, deja muy pequeña la ermita, de manera que son muchas las personas que se arremolinan a la entrada para ser partícipes de la ceremonia.
A su término, dio salida la procesión de la imagen por el entorno, en la que no faltaron las ramas llenas de naranjas y rosquillas bendecidas y que, antes de finalizar el recorrido, los romeros se afanan en recoger en una de las tradiciones más propias de la población.
Lidia Paz, concejala responsable de tradiciones en el Ayuntamiento de Almodóvar del Campo y que acompañaba, entre otros ediles, al alcalde José Lozano, agradecía a todas las personas que nuevamente han permitido celebrar este día con toda normalidad, desde colaboradores y la propia Parroquia, a personal de seguridad como Policía Local y Guardia Civil o el destacamento de Cruz Roja Almodóvar.
Y tenía también palabras de gratitud para “personas que siempre colaboran, en este caso sobre todo voluntariado de nuestra parroquia que, ya unos días antes se habían esforzado en devolver a la ermita la dignidad que merece y tener todo listo para que los actos religiosos se lleven a cabo como desde hace tantísimos años”.
