El presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, ha asistido esta tarde a la entrega de premios del Concurso Regional de Vinos Tierra del Quijote, un evento que, organizado por el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, cumple este año su décima edición.
La entrega de galardones se deriva de la cata multitudinaria que tuvo lugar el pasado 3 de marzo en las instalaciones del Polideportivo Díaz Miguel, en la que también participó Caballero junto a la alcaldesa de la ciudad, Rosa Melchor, entre otras autoridades, bajo el lema “1000 no se equivocan”.
Caballero ha felicitado a los premiados y ha dicho que quedó gratamente sorprendido con esta iniciativa tan interesante y a la vez inteligente. Ha comentado, a este respecto, que es verdad que los buenos vinos no necesitan mil catadores para demostrar que son excelentes, pero está bien, según ha dicho, que mil personas sean capaces de generar un consenso tan mayoritario en torno a aquellos que son mejores entre los buenos.
El presidente de la Diputación y de la Feria Nacional del Vino ha recordado en otro momento de su intervención que el sector del vino ha hecho un gran esfuerzo por mejorar desde la cepa a la mesa, cosa de lo que debemos sentirnos orgullosos. Ha añadido que, aunque somos una tierra excesivamente austera en el halago, conviene que hablemos de las cosas que hacemos bien.
De ahí la importancia que tiene el concurso regional que promueve el ayuntamiento de Alcázar de San Juan, un evento que permite destacar el trabajo bien hecho de nuestros agricultores, bodegueros e industriales. Ha resaltado los logros en el ámbito de la internacionalización y las buenas noticias que proporciona el sector del vino no sólo por la calidad de sus productos, sino también por el empleo y el dinamismo económico que genera, así como por los buenos datos de exportaciones que registra. Ha asegurado Caballero que es espectacular lo que ha ocurrido en un corto período de tiempo en el sector agrario y, de manera particular, en el sector del vino.
Y ha aquilatado estas afirmaciones el presidente de la institución provincial refiriéndose a lo que significa FENAVIN en términos económicos, una feria que cuenta con 18 años de existencia y que del 7 al 9 de mayo celebrará su décima edición.
Ha afirmado que la Feria Nacional del Vino ha crecido exponencialmente ya que comenzó en 2001 con 220 bodegas y cooperativas, la mayoría de nuestra tierra como ocurre en la actualidad, y que en la edición de 2019 reunirá a cerca de 2.000, el 50 por ciento de ellas de Castilla-La Mancha. Y también a más de 18.000 compradores, de los que 4.000 son internacionales que proceden de 103 países.
Ha precisado, no obstante, que la mayor evolución que ha experimentado el sector del vino se ha apreciado en la internacionalización, ya que cuando nació FENAVIN se vendía vino de la provincia en el exterior por valor de 100 millones de euros y el año pasado se realizaron transacciones por 482, entre otras cosas porque se ha hecho un esfuerzo para mejorar la calidad.
Entrega de premios
Caballero, la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, y la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, han entregado los premios del Concurso Regional de Vinos Tierra del Quijote. Han sido galardonados tres vinos por cada una de las cinco modalidades que concurren.
El Quijote de Oro de tintos con barrica anteriores a 2016 ha recaído en “Campo Amable 2015 tempranillo”, de Bodegas de Altovela de Corral de Almaguer (Toledo); el de plata en “Corcovo Reserva 2014 tempranillo”, de J.A. Megías e Hijos S.L. de Valdepeñas; y el de bronce en “Alba de Casaquemada 2014 syrah”, de Casaquemada Vinos y Viñedos de Tomelloso.
En los tintos sin barrica jóvenes 2017 y 2018 el Quijote de Oro ha sido para “Canforrales Clásico Tempranillo 2018, de Bodegas Campo Reales de El Provencio (Cuenca); el de plata para Vicus Tempranillo 2018, de Bodegas La Estación, de Santa Cruz de la Zarza (Toledo); y el de bronce para Taray Tempranillo Syrah 2018, de Bodegas Taray de Las Mesas (Cuenca).
“Viñas de Riboche 2018 tempranillo” se ha hecho con el Quijote de Oro de la categoría de rosados elaborado por Bodegas La Estación de Santa Cruz de la Zarza (Toledo). El Quijote de plata lo ha merecido “Campos de Dulcinea 2018 tempranillo” de Bodegas Campos de Dulcinea de El Toboso (Toledo); y el de Bronce ha sido para “Torre de Gazate 2018 sauvignon”, de Vinícola de Tomelloso.
Los tintos con barrica 2016, 2017 y 2018 que han conquistado los quijote de oro, plata y bronce, respectivamente, son Baldor Syrah 2017, de Bodegas y Viñedos Castiblanque, de Campo de Criptana; Corcovo Roble 2017, de J.A Megías e Hijos, de Valdepeñas; y “Palarea 2016”, de Bodegas Palarea, de Chinchilla de Montearagón (Albacete).
Y en la categoría de blancos han destacado, por orden, “Pingorote 2018”, de bodegas Latúe, de Villanueva de Alcardete (Toledo); Corcovo Muscat Petit Grain 2018, de J. A. Megías e Hijos S.L. de Valdepeñas; y Gran Prior de Alameda 2018, de la cooperativa San Lorenzo de Alameda de Cervera. Han recibido el Quijote de Oro, de Plata y de Bronce, respectivamente.