El Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) ‘Maestro Juan de Ávila’ de Almodóvar del Campo, particularmente los alumnos de tercer y cuarto cursos, con la impagable labor de sus madres y padres, incluso abuelos y la coordinación de las tutoras docentes y la titular de la asignatura de Religión, han hecho posible la reproducción, a escala y con todo lujo de detalles, de la Semana Santa de la localidad.
Un trabajo ímprobo que generaba dudas de inicio, allá tras la vuelta de vacaciones de Navidad, pero que con el paso de las semanas y el tan inasequible al desaliento segundo trimestre del curso, ha servido para que, con todo el ingenio del mundo, algo de dinerillo, muy poco, para conseguir diversos materiales, y sobre todo mucha dedicación, tiempo e ilusión, se hayan gestado todas las procesiones que transcurren entre los domingos de Ramos y Resurrección.
Mari Carmen Nevado, maestra con 35 años ya en este colegio público, en tan prolífica trayectoria, constata al igual que como tantos otros compañeros, que “hay cosas que se deben aprender fuera de los libros, porque en ellos no está todo”. Y bajo esta premisa, con el objetivo de conocer la Semana Santa de Almodóvar del Campo de una manera “que nos llegue al corazón”, planteó este trabajo cuasi de orfebrería.
“En nuestro pueblo se vive la Semana Santa muy intensamente, personas religiosas y no religiosas, practicantes y no practicantes”, así que esta tutora de tercero se alineó con su compañera de cuarto, Ángela González y con la titular de Religión, Nieves Albuger, para lanzar la propuesta. El equipo directivo lo vio con buenos ojos pues, como dice Juan Carlos Tello, el director, “una de nuestras máximas es inculcar las tradiciones del pueblo a nuestro alumnado”.
Se dieron unas mínimas normas, de tamaño y de forma, para mantener un escalado armónico. El resto, manos a la obra, mucha maña y no menos paciencia. A la hora de confeccionar los tronos, nada mejor que simples cajas de madera de fresas. Para las imágenes de cada paso, muñecos varios, muchas ‘barbies’ y hasta un ‘ken’. Para los nazarenos, con sus colores respectivos y escudos, el tubo que enrolla el papel higiénico; trozos de tela, cerillas, etc.
La máxima era no emplear nunca materiales costosos y sacar mucho partido a la reutilización de enseres cotidianos y que normalmente se reciclan o van a la basura. Con estos humildes mimbres, unas 40 familias y los respectivos pupilos han hecho estandartes diversos, mantillas, medallas, hasta la banda de cornetas y tambores, e incluso las autoridades civiles y religiosas habituales en toda comitiva procesional pasionista de Almodóvar del Campo.
Durante estos días se puede visitar tan magna re-creación en el Centro Cultural ‘Casa de la Marquesa’. El Ayuntamiento ha abierto sus puertas para que el resto de la ciudadanía pueda admirar el resultado. La ‘première’ fue el 5 de abril en el vestíbulo principal del ‘Maestro Juan de Ávila’, donde se celebró un sencillo acto inaugural en el que la palabra ‘gracias’, dirigida a estas entregadas madres, fue la más empleada por quienes tomaron la palabra.
En él se puso de manifiesto que “les hemos enseñado a los niños algo tan importante como que un reto se puede conseguir con esfuerzo y que el esfuerzo tiene su recompensa, que no tiene por qué ser un regalo, sino la satisfacción personal de algo bien hecho como es el caso y ésta es la mejor lección que les hemos dado y que no viene en los libros”, apostillaba Mari Carmen Nevado.
Así lo constataba uno de los alumnos, que ponía en valor la satisfacción que suponía quedar con los compañeros en los diferentes grupos que se hubieron de conformar y una de las madres, que reconocía como la, por decirlo de alguna manera, sorpresa inicial, acabó por implicar sin ambages a todas las familias que quisieron participar. También ella valoraba el refuerzo de relaciones que ha posibilitado esta pequeña gran hazaña.
Representantes de algunas cofradías locales, así como la propia presidenta de la Junta de Hermandades, Manoli Naranjo, también presentes, se mostraban admirados por haber conseguido en este montaje plasmar los tantísimos detalles que, en la vida real, supone organizar una procesión, valorando la posibilidad que se abre para poder generar el interés entre estos alumnos de integrarse en las secciones infantiles de alguna hermandad.
Para Nieves Albuger, el trabajo le permite “transmitir a los alumnos que eligen libremente la asignatura de Religión, la fe que en fondo del corazón se tiene”. Su misión ha sido explicar a los niños, apoyándose en los pasos, cosas como que un Domingo de Ramos no es llevar unas ramas así porque sí, “sino el sentido bíblico de toda la Semana Santa, de manera que nos ha ayudado a afianzar los conocimientos principales del sentido cristiano de estas fiestas”.
Y la concejala Lidia Paz, que también participaba en el acto de presentación, felicitaba a las personas implicadas “por todo esto que habéis hecho y que no le falta detalle. Así que nuestra enhorabuena, porque el trabajo que esto lleva no tiene precio; sé que esto tiene mucho esfuerzo”. Y en nombre del alcalde brindaba cualquier tipo de colaboración para que, tan particular joya, pueda quedar expuesta de manera permanente en alguna estancia municipal.