La Guardia Civil ha detenido a los seis integrantes de un activo grupo criminal que supuestamente robaba en viviendas habitadas de toda España, incluidas las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Toledo, objetos de valor que pudieran vender posteriormente, a través de un establecimiento de Madrid, provincia en la que tenían fijada su residencia. De los seis miembros detenidos, cuatro ya han ingresado en prisión provisional.
El pasado 14 de diciembre de 2018 tuvo lugar un robo con fuerza en una vivienda de Guardamar del Segura (Alicante), en el que los autores fueron sorprendidos por el dueño, que acabó siendo herido en el brazo con un destornillador por los asaltantes, al emprender éstos la huida del domicilio y, posteriormente, marcharse en un vehículo que les estaba esperando en la calle.
Tras estos hechos, los agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de dicho municipio, en colaboración con el Grupo de Patrimonio, de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Alicante, comenzaron una investigación, bajo el marco de la operación Escomón, logrando identificar a dos de los autores, quienes tenían fijada su residencia en Batres, un pequeño pueblo del sur de Madrid en el que «pasaban desapercibidos».
En el transcurso de la investigación se pudo comprobar que estas dos personas formaban parte de un grupo criminal dedicado al asalto, a nivel estatal, de viviendas habitadas. Según la Guardia Civil, este grupo estaba «perfectamente jerarquizado y era coordinado por un cabecilla, quien se encargaba de planear en qué próxima vivienda iban a entrar».
«SOFISTICADA HERRAMIENTA»
La organización contaba con una «sofisticada herramienta», que les permitía abrir todo tipo de bombines de cerraduras, de las puertas de acceso a las viviendas. Tras su apertura, apenas se apreciaba que el bombín había sido fracturado.
Siempre intentaban seleccionar viviendas que iban a quedarse vacías durante las mañanas, en las que previamente se constataba que sus inquilinos se marchaban a trabajar, pudiendo así actuar con tranquilidad, buscando, seleccionando y preparando los objetos que se iban a llevar, concretamente joyas, relojes, aparatos electrónicos de valor y dinero en efectivo.
Igualmente era de su interés ropa, calzado o bolsos, si estos eran de primeras marcas y tenían valor, así como también documentación personal de los moradores, para su posterior falsificación y uso fraudulento en otros hechos.
Posteriormente, estos efectos sustraídos eran comprados por un empresario de reparaciones de telefonía móvil y ordenadores de Coslada (Madrid), quien les pagaba por ellos una cantidad mucho más baja de su precio real en el mercado, dándoles salida, actuando, por tanto, como receptador.
ESTRUCTURA DE LA ORGANIZACIÓN Y DETENCIONES
La banda la integraban cinco hombres y una mujer. Cuatro de ellos eran los encargados de perpetrar los robos y de dar seguridad en las casas habitadas mientras éstos se estaban llevando a cabo.
El quinto hombre, el propietario del establecimiento de Coslada, era el que compraba los efectos sustraídos y posteriormente los volvía a revender y la mujer, por su parte, compraba en establecimientos todo tipo de muebles, gafas de sol, teléfonos móviles, entre otros, todo ello de primeras marcas y de un alto poder adquisitivo. Estas compras las financiaba con la documentación previamente sustraída en los diferentes robos.
El pasado viernes 5 de abril, se detuvo en Valencia a tres de los integrantes de la organización, tras una persecución en vehículo por las calles de la ciudad, cuando éstos venían de cometer varios robos en la localidad valenciana de Xàtiva, siendo detenidos con los efectos que recién acababan de sustraer.
DETENCIONES EN BATRES Y ONTÍGOLA (TOLEDO)
El resto de integrantes fueron detenidos tres días después en la provincia de Madrid, dos de ellos en Batres y otro en Coslada. Se han realizado dos registros domiciliarios, uno en Batres y el otro en el municipio toledano de Ontígola.
En ellos, se ha intervenido numerosos objetos y joyas procedentes de los robos, los cuales están siendo analizados por los investigadores para determinar su procedencia y el hecho delictivo al que cada uno pertenece.
Hasta la fecha, se han esclarecido decenas de delitos por robo con fuerza, siendo las provincias afectadas Alicante, Valencia, Ciudad Real, Cuenca, Valladolid, Lugo, Madrid y Toledo.