El Ayuntamiento ha lanzado la campaña ‘Sembrando Igualdad’, para «dar visibilidad y el reconocimiento merecido por el trabajo que las mujeres han realizado y realizan en el sector agropecuario», según informa el consistorio en una nota.
Una iniciativa que cuenta con el desarrollo técnico de la entidad Ipso Géneris, con el objetivo más concreto de impulsar la incorporación de jóvenes agricultoras al medio rural y, con ello, garantizar también el relevo generacional en el campo, a la par que promover proyectos de nuevo emprendimiento encabezados por mujeres o de titularidad compartida.
Financiado a través del Pacto de Estado contra la violencia de género, desde el área municipal de Igualdad, su responsable, Lidia Paz, indica que esta acción tiene entre sus objetivos combatir la despoblación de las mujeres jóvenes, “poniendo en valor el trabajo que la mujer hace en el sector primario y que necesita ser realmente reconocido, sea en la agricultura o en la ganadería”.
“Es nuestra obligación mentalizar a las personas de que la mujer puede hacer, y de hecho hace y siempre ha hecho, el trabajo en el campo igual que cualquier hombre, si bien tiene que visibilizarse y valorarse de una manera generalizada esta labor, que se suma a otros cometidos cotidianos en ámbitos domésticos, con lo que eso supone de esfuerzo para ellas en el día a día”, apunta Paz Viñas.
Aprovechando el escaparate que suponía la Feria de Marzo ‘La Cuerda’, Ayuntamiento e Ipso Géneris montaron en ella un stand por el que pasaron infinidad de visitantes, en el que tuvieron la ocasión de conocer el contenido concreto de la campaña, que incluía la realización de fotografía en un original ‘photocall’, la recogida de folletos o conversaciones con los técnicos de proyecto.
La aplicación más práctica es poner remedio a la realidad de que, a pesar de los años de trabajo en el sector agropecuario, “muchas mujeres, en cambio, no han cotizado”. Así lo refiere Paco Sendarrubias, especialista de políticas públicas de igualdad
“Y no han cotizado porque la actividad que se entendía que venían realizando en el campo o en la ganadería, era una extensión de la propia actividad que se desarrolla en casa”, apunta, lamentando que, aunque hay ya un marco normativo para intentar paliar esta realidad, “sigue habiendo una barrera que romper, la que suponen los estereotipos o los roles que determinan que las mujeres no pueden desarrollar determinadas tareas o determinadas actividades”.
La ruptura de esos tópicos carentes de bases reales también supone hacer factible una vía por la que las chicas jóvenes pueden vislumbrar su futuro en el sector primario”, animándose por ejemplo también ellas a cursar estudios de ingenierías agrícolas en las que su número es inferior a los chicos, tal y como señala por su parte Laura Mañas, formadora especialista en género.
Ambos integrantes de la entidad sin ánimo de lucro Ipso Géneris, con ámbito de actuación en toda Castilla-La Mancha, corroboraron durante la experiencia en la Feria ‘La Cuerda’, que “muchas de las mujeres nos comentaron que habían trabajado muchísimo en el campo y sí que es verdad que luego no han cotizado y no les ha quedado nada por así decirlo”, añadía Mañas.
De ahí que ‘Sembrando Igualdad’, venga a promocionar también leyes como la de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias, “para que tengan el mismo acceso que los hombres y tengan también los mismos derechos, coticen de la misma manera, etc.” y también puedan tener acceso al organigrama de sociedades que, como las cooperativas, tienen una gran facturación en la región.
“Casi el 85% de las personas que se dedican a la agricultura en Castilla-La Mancha son hombres, con lo cual los datos nos indican que algo estamos haciendo mal puesto que no refleja la realidad de que sí hay mujeres también dedicadas a ello, pero no están cotizando, no están visibilizadas y ésa es parte de la labor que tenemos por delante”, zanjaba Sendarrubias.