Prostitución, una “manifestación extrema” de la violencia de género

Luis Mario Sobrino Simal.- Julio de la Cruz Sanchez, voluntario de Médicos del Mundo y coordinador del Centro de la Mujer de Ciudad Real, impartía ayer en una librería de Ciudad Real una charla coloquio sobre la trata de personas con fines de explotación sexual y de la prostitución desde una posición abolicionista, “desmontando la falsa idea sobre el consentimiento y de la libertad personal de las mujeres a ejercerla”.

Constituye, aseguraba, la esclavitud del siglo XXI y una escuela de desigualdad entre hombres y mujeres, además de un reducto donde es imposible que entre el feminismo y, a su vez, una manifestación extrema de violencia de género.

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14 COMENTARIOS

  1. Muchos de los argumentos expuestos quedan en entredicho cuando se tiene en cuenta que la prostitución masculina también existe y además es muy numerosa.
    Claro que si partimos desde un punto de vista (solapadamente) machista, y consideramos que las mujeres prostitutas no son dueñas de ninguno de sus actos, que son unas descerebradas que se dejan manejar por los hombres y que en todo caso son víctimas porque no tienen capacidad intelectual alguna, pues entonces habrá que estar de acuerdo con todo lo expuesto en el artículo.

  2. Luis Mario tiene que contratar a gente en estos saraos de amiguetes. Produce sonrojo. Y tiene tiempo pues ve a la ciudad estupendamente y no denuncia ya nada

    Bueno, pues parece que la mujer ya no es dueña de su cuerpo. Ellos deciden cuándo sí lo es y cuándo no.

  3. Me gustaría que Julio de la Cruz diera una charla sobre violencia femenina, a lo mejor tiene mas afluencia.

    Lo digo por que yo creo que el tema ya lo están acabando de quemar estos progres.

  4. Hay que luchar contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y evitar la publicidad de servicios de contenido sexual…..

  5. Me encanta la foto con las dos monjas.

    Si no me equivoco pertenecen a la congregación que se encarga de acoger a mujeres con graves problemas, entre ellas las que salen de la prostitución. Creo que son Adoratrices.

    Vidas realmente comprometidas. Tienen una casa de acogida en Ciudad Real para mujeres (también con sus hijos) que necesitan encontrar ayuda y acogida. Y levantarse para encauzar sus vidas.

    El feminismo genuino siempre se ha encontrado en la vida religiosa femenina. En la Iglesia es duro ser religiosa y mujer.

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