La programación de actos con motivo de la celebración del 125 Aniversario de la entrega, por parte del arquitecto Sebastián Rebollar, del edificio de la Diputación a la Corporación provincial en 1893 ha concluido este martes con la presentación del libro «El Palacio Provincial y su Época», una reedición mejorada y ampliada de la obra que se publicó con motivo del Centenario.
El presidente de la institución provincial, José Manuel Caballero, que ha expresado un compromiso claro con la preservación de este emblemático inmueble (una de las obras más representativas de la arquitectura civil de la provincia) ha remarcado la importancia de dar a conocer el valor patrimonial e histórico del Palacio y también el trabajo que se hace en esta institución en beneficio de la ciudadanía.
Ha precisado que si el edificio se ha mantenido inalterable en su fachada y prácticamente en su estructura los últimos 125 años, no ha ocurrido lo mismo con la institución, porque nada tiene que ver la Diputación de ahora con aquellas que se han sucedido a lo largo de la historia hasta hace cuarenta años, coincidiendo con el inicio de la etapa democrática. De ahí que hayan vinculado la efeméride del aniversario con la conmemoración de las cuatro décadas de democracia que ha vivido el país desde la aprobación de la Constitución de 1978.
Caballero ha referido también un compromiso de modernización en las funciones de la Diputación y la prestación de servicios. Ha añadido que «son administraciones que deben ser transparentes, como lo es ahora, y que en un futuro deberían gozar de una mayor participación ciudadana con la elección directa de sus representantes».
El reto también se extiende, según ha dicho, a la determinación clara de sus competencias para que no haya duplicidad y, sobre todo, para que se actué de la manera más eficaz y eficiente posible en beneficio de sus administrados. «Siempre con el objetivo de que siga siendo una institución muy valorada y respetada, como es la Diputación de Ciudad Real en la actualidad».
Ha mostrado, por último, su satisfacción porque el 125 aniversario del Palacio de la Diputación ha servido para abrir, más que nunca, este emblemático edificio a los ciudadanos. Cerca de 20.000 personas lo han visitado, han conocido pasajes de la historia de los que ha sido testigo y las políticas que se llevan a cabo para mejorar la vida de la gente de la provincia.
Un libro cuidado
El libro ha sido elaborado por el profesor Angel Ramón del Valle Calzado y el arquitecto José Rivero Serrano, que han estado coordinados por el director de la Biblioteca de Autores Manchegos (BAM), José Luis Loarce. Del Valle ha explicado que la estructura tiene dos partes bien diferenciadas. La histórica, con dos capítulos para enmarcar en el tiempo la institución desde sus orígenes hasta la construcción del edificio, y una segunda que recoge todo lo que está relacionado con las obras y las reformas posteriores, haciendo hincapié en el contenido arquitectónico y artístico.
Ha explicado Del Valle que contiene aportaciones importantes que merecen mención como la efectuada por el arquitecto Diego Peris relativa a la figura de Rebollar, de quien prácticamente no había nada escrito, y la descripción en profundidad del pliego de condiciones de la adjudicación del edificio.
Ha destacado la calidad de la edición y ha afirmado que se trata de un libro muy cuidado que cuenta con un material fotográfico bastante significativo. En concreto, se han recuperado fotos del libro del Centenario y se han aportado nuevas que han sido realizadas por el fotógrafo del Servicio de Prensa de la Diputación, Fernando Izquierdo.
Del mismo modo, se han incluido contenidos históricos que tienen que ver con la polémica de las Diputaciones, su función, su papel y competencias. Y se remarca ese crecimiento de la institución en un contexto de fortalecimiento que va adquiriendo a lo largo del tiempo.
Por su parte, el arquitecto José Rivero ha abordado la arquitectura y el arte actualizando los contenidos del libro. Ha explicado que con el paso del tiempo se ha logrado un consenso en torno a la importancia de este edificio que fue acabado en 1893. Y tras 125 años Rivero cree que se puede afirmar que es una pieza arquitectónica civil de gran relevancia.
Cree Rivero que seguirá siendo así porque el uso es el formol de la arquitectura. Ha indicado, asimismo, que si un inmueble no se utiliza se inicia su decadencia y, en última instancia, su desaparición.
Rivero ha dicho que en los últimos 130 años no se ha vuelto a reunir un consenso similar en torno a una obra de arquitectura en la provincia. Ha puesto especial énfasis en que edificio se entregó en un contexto de fin de ciclo, en vísperas de la crisis del 98, una época que resultó fundamental en la arquitectura historicista del siglo XX.
Un libro imprescindible sobre una Institución necesaria…..