Ecologistas en Acción Ciudad Real.- Las alineaciones y agrupaciones de chopo boleana desaparecen de nuestras ciudades y pueblos. Su elevada edad, el maltrato por las podas del pasado que los han debilitado y hecho más vulnerables a enfermedades y plagas, los desperfectos en el pavimento por la expansión de sus raíces, y la jardinería moderna (con otros intereses y fines) han conducido a los gestores municipales a preferir especies menos exigentes y problemáticas, mejor adaptadas al entorno urbano.
Tomelloso acompaña a los municipios que han decidido poner punto y final a la familiar presencia de unos árboles de inconfundible identificación. Fue en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado cuando se hicieron populares, fruto de campañas institucionales para fomentar el arbolado urbano, tan bienintencionadas como erróneas en concepción y diseño. Y es que al tratarse de especies ligadas a los ecosistemas de ríos y riberas, su naturalización en la ciudad no fue entonces medida. Cuando el árbol adquiere un porte notable (cosa que ocurre en pocos años al ser de crecimiento rápido) sus raíces se extienden en busca de humedad, provocando el agrietamiento y levantamiento de las aceras de la vía pública, o del suelo de casas y patios.
Los achaques de nuestros chopos apuntan a un largo deterioro, consecuencia lógica de vivir en un medio extraño y hostil. Secos y huecos, su frágil estabilidad es un factor de riesgo para la seguridad de personas y propiedades, además de inducir enfermedades y plagas forestales. Es de sentido común plantear su sustitución por árboles ornamentales de la flora mediterránea, de sencillo manejo y bajo consumo hídrico.
Con acertado criterio, el Ayuntamiento de Tomelloso ha emprendido su tala en calles y glorietas. Sin embargo, en lugar de realizarla en diferentes fases, de forma sostenida, poco a poco, lo hace de una sola vez. El resultado es una estampa irreconocible, desoladora, casi dantesca. El impacto estético y emocional es considerable. A esto se le une la ausencia de una campaña previa dirigida a la ciudadanía que explique este tipo de actuaciones y la prepare para asumir una intervención necesaria pero, sin duda, agresiva.
Ecologistas en Acción-Ciudad Real no entiende la premura de las cortas a matarrasa llevadas a cabo en la Calle Oriente y, más recientemente, en la Calle García Pavón. Esta asociación ha remitido un escrito a la Alcaldesa de Tomelloso pidiendo una cuidadosa gestión de la vegetación urbana, una adecuada planificación de los trabajos de mantenimiento y reposición, y un mayor respeto a las personas sensibles que valoran la belleza de los árboles y los incontables servicios que ofrecen.