El pasado mes de febrero, el historiador Juan José García Ciudad con su libro “El Trenillo de la Calzá”, inició, en Calzada de Calatrava, el recorrido de localidades donde este ferrocarril de vía estrecha tuvo estación. El libro, editado por Ediciones C&G, ha tenido exitosas acogidas por parte de pueblo calzadeño y aldeano en sus presentaciones.
La siguiente “estación” en recibir “El Trenillo de la Calzá” será Puertollano, el 30 de marzo, el recibimiento se realizará en el Disco Bar La Luna de Puertollano. El 11 de abril llegará a Valdepeñas. Actualmente se está trabajando en cerrar fechas para su llegada a las localidades de Argamasilla de Calatrava, Granátula de Calatrava y Moral de Calatrava, también está previsto que “El Trenillo” viaje a la capital de la provincia.
Disco Bar La Luna
El Disco Bar La Luna, lleva cinco años ofreciendo una programación cultural estable basada en una oferta ecléctica en la que se combinan conciertos de bandas de diversos estilos, micros abiertos, ciclo de cine todos los viernes, Slam Poetry cada 3 meses, proyección de trabajos audiovisuales, así como presentación de libros tanto de autores locales como de la provincia. En definitiva, Luna se postula como espacio abierto a la participación y a la oferta cultural, musical y artística con un ideario donde quieren potenciar y dar a conocer la creatividad venga de donde venga.
Entre los libros presentados hasta la fecha, destacan “Tacones rojos” de Javier Márquez, “El Truco” de Víctor Barba, “El esplendor y la ira” de Manuel Valero y “Todas las despedidas son imperfectas” de Cristina Diaz Aragón, entre otros muchos.
Presentación de “El Trenillo de la Calzá” en La Luna
El sábado, día 30 de marzo de 2019, a las 22.00 horas, en el Disco Bar La Luna, situado en el Paseo de San Gregorio 66, de Puertollano, tendrá lugar la presentación del libro “El Trenillo de la Calzá. Ferrocarril de vía estrecha de Valdepeñas a Puertollano”, del historiador Juan José García Ciudad y editado por Ediciones C&G. Intervendrán en la presentación, además del autor, el Presidente de la Federación Castellano Manchega de Amigos del Ferrocarril y Presidente de la Asociación Manchega de Amigos del Ferrocarril de Ciudad Real, Juan Carlos López Peco, el prologuista de la obra, Santiago Francisco Ciudad Ruedas, el coordinador cultural del Disco Bar La Luna, Carlos Sanz y el editor, Julio Criado. Está previsto proyectar un vídeo promocional de este libro.
El Trenillo de la Calzá
Nos ofrece el autor, con singular modestia de hombre sabio, un trabajo acabado con el esmero del orífice y la paciencia meticulosa del amanuense medieval; un viaje al recuerdo y las entrañas de aquel «aprendiz» de tren -como el Manzanares lo fuera de río, según el poeta- que, transido y agobiado siempre por balances y cuentas de resultados, formó parte del paisaje de esta tierra y de la niñez de los que hoy peinan canas o han desaparecido ya.
El concienzudo trabajo del creador no da tregua al solaz ni a la ramplonería. Con mirada bondadosa, pero escrutadora e inquieta, va recorriendo minuciosamente un atlas de geografía mínima a través de 74 Kms. de recorrido desde Valdepeñas a Puertollano con escalas en Moral de Calatrava, Calzada de Calatrava, Granátula de Calatrava, Aldea del Rey y Argamasilla de Calatrava.
El Ferrocarril de vía estrecha de Valdepeñas a Puertollano, conocido popularmente como “El Trenillo de la Calzá”, inauguraba el tramo Valdepeñas-Calzada de Calatrava, el día 22 de diciembre de 1893. Desde esa fecha Calzada de Calatrava y Moral de Calatrava se incorporaban al mapa ferroviario de España, lo que suponía un extraordinario avance para los habitantes de esos pueblos y de los que están alrededor, ya que en dos horas podían ir a Valdepeñas y subir a cualquier tren de M.Z.A. Quizás ahora lo veamos muy lento o antiguo, pero en aquella época fue toda una «revolución».
Azarosa fue la vida de este «trenillo que encantó a propios y extraños». Tuvo carencias y limitaciones, sí, pero prestó un gran servicio, social y económico. Comunicó a los pueblos en los que paraba y a los próximos, enlazándolos con otras líneas, y dinamizó su economía originando una clara mejora tanto en la venta de la producción agraria y ganadera como en el transporte de viajeros. Y dio trabajo directo a más de cien personas e indirecto a otras muchas.
Estación de Puertollano
Puertollano, es final del trayecto, cuya estación se construye de modo provisional, pues se proyectaba enlazar con la de MZA, de la línea de Ciudad Real a Badajoz, de ancho español, 1,668 m.; pero, al estar algo lejos y a menor cota, y separada por un talud, era necesario hacer bastante obra, y fue la definitiva.
Disponía de un edificio de viajeros de una planta, un cuarto para los operarios, un retrete, un pequeño almacén y las carboneras, dos muelles descubiertos y un cobertizo; contaba con placa giratoria para invertir el sentido de marcha de las locomotoras. Como en Aldea del Rey y Argamasilla, el edificio de viajeros tampoco disponía de sala de espera. Azarosa fue la vida de este «trenillo que encantó a propios y extraños». Tuvo carencias y limitaciones, sí, pero prestó un gran servicio, social y económico. Comunicó a los pueblos en los que paraba y a los próximos, enlazándolos con otras líneas, y dinamizó su economía originando una clara mejora tanto en la venta de la producción agraria y ganadera como en el transporte de viajeros. Y dio trabajo directo a más de cien personas e indirecto a otras muchas.