Quizá sea la crudeza de Cestyle la respuesta natural, inteligente e inevitable al terror tecnológico de una sociedad de almas albergadas en servidores, a las vidas alojadas en la nube binaria de una red social, a la injusticia como código fuente o a la incomprensión ante el arte sin artificios.
«Mi luz», el último tema del músico y productor puertollanero César Ramírez, se despliega como una progresión emocional desde la reflexión a la rabia, con los característicos loops del artista en un crescendo épico y conmovedor. La canción, como gran parte de la obra del rapero, va más allá de su propio género y se presenta como un poema amargo y sin concesiones.
Hay provocación, como siempre la hay al borde del pánico, en el grito de quien se sabe barrido por la tempestad; pero también un existencialismo crudo e inmisericorde, incluso consigo mismo, en la dura brega por defender la propia honestidad.
El clip de «Mi luz» se visualiza así como una descripción barojiana de sentimientos en conexión con el paisaje, pero en esta ocasión con un protagonismo absoluto de la letra, rotulada sobre las imágenes evanescentes. Y en esos confines etéreos y, sí, románticos, Cestyle sigue buscando su luz: abismado en el cielo azul cobalto, en la tormenta sobre los resplandores de un sol de cobre, en ese crepúsculo de furia y belleza que es su música.
Este chico es ARTE
La rebeldía del arte. Enhorabuena y mucha suerte…..