Aunque en la noche de este próximo sábado de piñata Almodóvar del Campo cerrará definitivamente su programación de Carnaval, el miércoles de ceniza no faltó el protocolario entierro de doña Sardina. La comitiva doliente, que partió del Teatro Municipal, discurrió a lo largo de las calles Corredera, Alcudia y Darro para llegar a la carpa del Jardín que hizo las veces de panteón.
Como es habitual, un grupo de personas mayores se encarnaron en las sentidas plañideras que seguían a un demudado cura que ofició la ceremonia fúnebre. Transitando tras ellos otros acompañantes de diferentes edades. Delante iban miembros de la banda de la Escuela Municipal de Música que abrían el cortejo, intercalando la marcha fúnebre con una composición típicamente carnavalera.
Y tras llegar al punto de destino, los presentes tuvieron ocasión de pasar el mal trago, degustando sardinas asadas, hasta completar los 40 kilos ofrecidos para la ocasión por el Ayuntamiento almodovareño. Igualmente se sirvió limonada.
A falta del baile nocturno que este sábado acogerá la carpa a partir de las 23,00 horas, será ya mañana viernes cuando a las ocho y media de la tarde el Teatro Municipal albergue la siempre irónica y divertida exhibición de chirigotas.
