¿Se abstendrán las Moiras?

¡Tres opciones tres! Tres frente a otras tres, o sea, seis. ¿Quién lo iba a decir hace unos pocos años? Tres eran tres ¿pero 6 serán 6? Quedarán cinco, seguramente.

La izquierda resabiada con Pablo Iglesias no evitará lo que incluso a UP le costará contrarrestar, aunque no es menos cierto que eso del voto útil por miedos reales y fantásticos, todos a la vez convenientemente agitados, corre por sus fueros, cada día más descabezado, y ya lo está cargando el mismísimo diablo (diablo tonto, pero diablo). Percibo señales de una distribución del voto oculto y del voto útil que a la postre podría suponerle un serio recorte de expectativas a quien, creyendo haberse ganado a la izquierda, ya se dispone a balancear su teatrillo hacia la derecha. La última palabra la tendrá el abstencionismo de izquierda. ¿Y luego? Menos mal que el futuro no está al alcance de los gabinetes de comunicación política. Ni Iván Redondo lo podrá prever y encarrilar.

La crisis política podría entrar en una fase de tregua, con un Gobierno tripartito o bipartito, de derechas o de izquierdas, aunque esto último será poco factible si las izquierdas españolistas no aceptan como iguales a las otras izquierdas nacionalistas, las catalanistas, vasquistas o galleguistas. Sin embargo, la crisis del sistema político también podría acentuarse. Después de estos años de vaivenes, políticas espectáculo y parálisis, muchas fuerzas y mucha gente quisieran un cerrojazo, que al menos hubiera un periodo estable de tregua histórica en este tiempo de crisis, lo quiere el establishment y buena parte del electorado de centro izquierda y centro derecha. Quizás lo consigan. Pero hasta a los dioses olímpicos les está vetado el destino. Y en el próximo episodio de esta larga epopeya, la última palabra la dirán las Moiras.

Pedro Oliver Olmo
Sobre el muro