La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ciudad Real se encuentra estos días retirando los nidos de las procesionarias en los pinos de diversas zonas de la ciudad para tratar de evitar la proliferación de esta oruga con la llegada de mejores temperaturas. A través de equipos de trabajo en altura, se están retirando estos nidos de las partes altas de los pinos.
A finales de febrero se colocarán las nuevas trampas en un número similar de pinos al del año pasado, cuando se instalaron medio centenar de unidades. Estas trampas se colocan en los pinos más inaccesibles o en aquellos próximos a instalaciones críticas como colegios o zonas de juegos infantiles.
Además este año se está probando un sistema distinto consistente en la creación de una barrera física mediante la instalación de una cinta impregnada en una sustancia repelente. Según indica el responsable de la idea, esta sustancia impide el descenso de las orugas y el desarrollo de la fase que tiene lugar en el suelo por la que las orugas se transforman en mariposa. De este tipo de trampas se han instalado 10 unidades, y se está realizando un seguimiento para comprobar su eficacia.
Y como otro método de control, a finales de mayo se instalarán las trampas de feromonas para la captura de machos adultos. De momento la incidencia hasta la fecha de procesionaria es baja en los pinos de la capital, aunque si se han detectado algunos ejemplares afectados.