Naturgy ha cerrado con éxito el ejercicio 2018 que ha estado marcado por la llegada de un nuevo presidente ejecutivo, la entrada de nuevos accionistas, la renovación del Consejo de Administración y una nueva estructura organizativa para una gestión más simple, transparente y con mayor autonomía de los negocios.
Un año en el que la multinacional energética ha presentado al mercado una hoja de ruta a 2022 para su transformación, y ha puesto en marcha un plan de acción para lograr los objetivos fijados a través de cuatro pilares para la creación de valor.
Gracias a esta nueva estrategia, la compañía ya ha comenzado a cristalizar el valor en su cuenta de resultados tan sólo seis meses después de presentar al mercado su Plan Estratégico 2018-2022, con un EBITDA ordinario de 4.413 millones de euros, un 12% más que en el ejercicio anterior; y un beneficio neto ordinario de 1.245 millones de euros, un 57% superior al de 2017.
El presidente ejecutivo de la compañía, Francisco Reynés, destacó que “hemos establecido las bases para afrontar la transformación del grupo, reposicionar al negocio de cara a la transición energética y lograr los objetivos fijados en la nueva hoja de ruta. Los resultados del ejercicio 2018 muestran una evolución positiva de los negocios, pero será durante los próximos años cuando veremos una mejora más sustancial de resultados a medida que avanzamos en la ejecución del plan”.
También quiso remarcar “la importante labor de simplificación que se ha llevado a cabo y la determinación de crear valor para el accionista”. Además, señaló que “el acuerdo con Sonatrach o las nuevas inversiones en renovables en Brasil y Australia son muestras destacadas de los avances positivos en el plano internacional”.
Simplicidad y Accountability
Durante el segundo semestre, la compañía arrancó su transformación estratégica presentada al mercado en el pasado mes de junio. Por un lado, Naturgy llevó a cabo importantes cambios en la gestión de la compañía con la simplificación organizativa y la reducción del Consejo de Administración. Asimismo, la compañía anunció en la presentación del Plan Estratégico la revisión del valor contable de sus activos que se tradujo en un write down de 4.851 millones de euros.
Optimización y eficiencia
Destaca en el ejercicio la renovación de los contratos de suministro de gas con Sonatrach en Argelia hasta 2030 y el laudo favorable del CIADI, con su homologación en Reino Unido, en un proceso iniciado por Unión Fenosa Gas (UFG) contra Egipto, a la espera de alcanzar un acuerdo integral que restablezca el valor de la inversión en el país, al margen del citado proceso arbitral.
También en el periodo, la compañía aceleró el plan de eficiencias, que tiene un objetivo de 500 millones anuales de reducción de costes en 2022. El ejercicio 2018 cerró con unas eficiencias anuales recurrentes de 110 millones de euros que requirieron unos costes de captura de 180 millones. Naturgy avanzó en los últimos seis meses en la optimización de su estructura de capital con emisiones en moneda local en México, Brasil y Chile con la amortización de aproximadamente 1.700 millones de euros de deuda bancaria a nivel corporativo.
A cierre del ejercicio, la deuda financiera de Naturgy fue de 13.667 millones de euros, un 10% menos que a cierre de 2017. Por su parte, el free cash flow se situó en los 3.055 millones de euros, frente a los 746 millones del periodo anterior. Adicionalmente, Naturgy ha dotado de la flexibilidad que requieran las divisiones de negocio para su financiación autónoma.
Disciplina de capital
La compañía generó 5.500 millones de euros de caja durante el ejercicio a través de la positiva evolución del negocio y las desinversiones de activos no estratégicos, que se ha dedicado, principalmente, al crecimiento en activos estratégicos, reducir deuda y remunerar al accionista.
En concreto, se invirtieron 2.321 millones de euros, un 30% más que en el ejercicio 2017. Las inversiones en proyectos de crecimiento orgánico supusieron más del 70% del total, hasta los 1.638 millones (+76%).
Del crecimiento en activos estratégicos en el ejercicio destacan, entre otros, la adjudicación de un nuevo parque eólico en Australia con una inversión asociada de 166 millones de euros y la entrada en operación de dos proyectos fotovoltaicos en Brasil con una inversión de 95 millones de euros.
La compañía tiene previsto invertir en nueva capacidad renovable 663 millones de euros durante el ejercicio 2019.
Remuneración Accionista
Otro de los aspectos clave en el cumplimiento del Plan Estratégico es el compromiso con la retribución al accionista. La compañía incrementó el dividendo un 30% en el ejercicio 2018, hasta los 1,30 €/acción, y a partir de ahora y hasta 2022 lo aumentará un mínimo de 5% anual.
Como ya se avanzó al mercado, la compañía también puso en marcha un plan de recompra de acciones propias en caso de ausencia de oportunidades de inversión inorgánica que encajaran con la creación de valor para el accionista. Así, desde la presentación del Plan Estratégico y hasta finales de enero de este año, Naturgy recompró acciones por un importe de 145 millones de euros.
Gracias al pago del dividendo y al programa de recompra de acciones, los accionistas de Naturgy fueron retribuidos con un total de 1.500 millones de euros, un 50% más que en el ejercicio precedente.
Además, la compañía instauró un plan de incentivos a largo plazo para directivos por el que se vincula su retribución a largo plazo exclusivamente a la remuneración total del accionista hasta 2022, es decir a través de la apreciación de la acción y el pago del dividendo. Este programa se liquidará en acciones en 2023, siempre que se cumpla el umbral mínimo de rentabilidad, consistente con sus “Golden Rules”. Con esta medida, Naturgy alinea directamente al equipo directivo con los intereses de sus accionistas.
Resultados por negocios
En los resultados presentados hoy al mercado, Naturgy muestra un crecimiento significativo de todos sus negocios, con un EBITDA ordinario que alcanzó los 4.413 millones (+12%) y un beneficio neto ordinario de 1.245 millones de euros (+57%).
A 31 de diciembre, la compañía registró a nivel consolidado unas pérdidas contables por valor de 2.822 millones de euros, fruto del ajuste del valor contable de los activos, principalmente generación convencional en España, por valor de 4.851 millones que se ejecutó en el primer semestre de 2018.
La evolución de los tipos de cambio entre enero y diciembre tuvo un impacto negativo de 218 millones de euros en EBITDA y afectó a todas las divisas en las que opera la compañía, principalmente el peso argentino, el real brasileño y el dólar.
Por unidades de negocio, Gas&Power, que crece en todas sus actividades, registró un EBITDA ordinario de 1.453 millones de euros (+52,1% respecto a 2017) debido principalmente al negocio internacional de GNL y a la comercialización de gas.
El negocio de Infraestructuras EMEA incrementó su EBITDA un 2,2%, hasta los 1.849 millones de euros, gracias al buen comportamiento de las redes de gas y electricidad y de Europe Maghreb Pipeline Limited (EMPL).
El resultado del negocio de Infraestructuras América del Sur (Chile, Argentina y Brasil, principalmente) se vio afectado por la evolución negativa del tipo de cambio que impactó en 171 millones el EBITDA de esta división de negocio, que disminuyó hasta los 846 millones de euros en términos ordinarios (-3,5% sobre 2017).
En el caso de Infraestructuras Norte Latinoamérica (México y Panamá) el impacto de las divisas fue de 16 millones en el EBITDA, que alcanzó los 275 millones de euros ordinarios (-3,2% respecto al ejercicio anterior).