La patrona de los comerciantes procesionó en la soleada tarde del sábado con una comitiva de niños, vecinos y hermanos por las céntricas vías de la localidad, aunque dentro de un recorrido que no es habitual. Acompañada también por la Banda Municipal, los hermanos mayores y miembros de la Corporación.
La procesión de la Virgen de la Paz es la primera del año, que una vez más, ha contado con el acompañamiento de casi un centenar de daimieleños. Un tradicional recorrido por las céntricas calles de Daimiel, que comenzó en su ermita, y caminó por las calles Jesús, Gregorio Molinero, Fontecha, Plaza de España, Mártires, Maestro Baeza, Granados, y regresó finalmente a la iglesia de la Paz. Fue entonces cuando se llevó a cabo la Función Religiosa en su honor, y el Cabildo Ordinario en el Centro Pastoral Josefinas, actos que cerraban la semana de celebración.
En este cortejo de acompañamiento, los niños portaban banderas con el símbolo universal de la Paz, la paloma blanca. También participaron la abanderada de la Hermandad, Verónica Simón, los hermanos mayores, Ezequiela Gallego y Emiliano Aldea, y miembros de la Corporación. La Banda Municipal de Música fue la encargada de amenizar todo el desfile procesional. Algunos vecinos de la localidad no quisieron perder tampoco la oportunidad de pasear junto a la imagen en una soleada tarde de sábado.
