¡Cuidado! ¡Que viene el loVOX!

Érase una vez un pueblo que tenía mucho miedo, y con razón, del lobo. En una ocasión, al escuchar al pastor gritar ¡que viene el lobo!, todo el pueblo acudió corriendo a proteger el rebaño. Pero era una broma. El pastor repitió la broma varias veces, hasta que, un día, los vecinos no acudieron. Ese día el aviso era cierto, el lobo estaba allí de verdad, y mató a las ovejas.

Los vecinos fallaron, claro. Por dar crédito a un embaucador, por su ignorancia, actuaron cuando y donde no era necesario, y no actuaron cuando y donde era necesario actuar.
Y sufrieron las consecuencias.
 
Sabiduría presente en los cuentos infantiles… que muy pocos aprendieron, al parecer.
 


Se ha generado estos últimos tiempos mucho miedo ante la irrupción de VOX. Por todas partes hay voceros gritando ¡que viene el lobo!, casi todos, llamando al voto a UP. Y muchos les creen. Recuerdan lo que pasó con los nazis, y tienen miedo. Y repiten su mensaje.
Y naturalmente, se equivocan.
Porque es mentira.
El lobo no viene ahora, en este momento.
No puede venir, porque ya estaba aquí. Siempre ha estado aquí. Nunca se fue.

El lobo gobernaba España antes del 78. Ese año, lo maquillaron, lo hicieron pasar por perro fiel, y siguió gobernando. Hasta hoy.
Como pasó antes y después en tantos otros países.
 
Ya lo he dicho muchas veces. Ya lo he demostrado muchas veces.
 
Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.
 
Los parlamentos son una herramienta de la oligarquía económica -el lobo-, que sirve para anular al pueblo, manteniendo sometidos y dóciles a los pueblos a los que gobiernan y esquilman. Siempre fueron eso. Hasta hace 200 años, todo el mundo lo sabía.
Y los partidos políticos que ocupan esos parlamentos son -y siempre han sido- organizaciones cuya finalidad es canalizar la reacción popular hacia acciones inocuas para el poder -como votar-.
Los partidos, las elecciones, los “representantes”, impiden que el pueblo se rebele, se organice y actúe eficazmente para protegerse del lobo. 

¡Que viene el lobo, vótame, yo te salvaré!
 
Pues no, no nos van a salvar.
Todos los partidos políticos sirven al poder económico. Todos los que salen en los grandes medios de comunicación, al menos. Medios que sirven -son propiedad- de la oligarquía económica -el lobo-. Medios que seleccionan y dan protagonismo a un reducido grupo de partidos, que son los que pueden acceder a los gobiernos.
 
Al que no sale en la tele, no le votan.
 
No nos representan. Representan a los ricos, no a nosotros. Todos los partidos representan a los ricos. Ninguno nos representa a nosotros, el Pueblo.
 
Y sí, hoy, el lobo tiene unos servidores nuevos. El lobo muestra una marioneta nueva en su pata derecha. Y eso es malo.
Es consecuencia del deterioro social y económico que producen años y años de gobierno de la oligarquía económica. Cuando las cosas están ya muy mal, y van a ir a peor, aparece la extrema derecha.
 
Pero la solución no está en sus urnas, sus parlamentos, sus instituciones. La solución no está en votar a la marioneta que tiene el lobo en su pata izquierda.
 
VOX es el lobo, claro que sí. Y el PP lo es. Y C’s. Y el PSOE.
Pero la otra marioneta de su mano izquierda… ¡también es el lobo! UP, sí, UP, también es el lobo*.
 
¿Cómo vamos a protegernos del lobo siguiendo el camino que nos marca el propio lobo?
 
Tenemos motivos para preocuparnos. Hoy más que hace 30 años, más que hace 20, más que hace 10… porque las cosas están peor. Y van a seguir empeorando.
Pero de nada sirve actuar sin conocimiento. De nada sirve hacer más fuerte al lobo alimentándolo con lo que quiere el lobo -votos-.
 
Y sí, por supuesto, de nada sirve no hacer nada. Es obvio.
 
¿Tenéis miedo del lobo? Pues organizaos y protegeros de él. Organizaos y combatidlo. Organizaos y construir, para vosotros, para vuestros hijos, un mundo mejor, un mundo justo, un mundo seguro.
 
Pero para no fallar, como los vecinos del cuento, tenéis que saber. Enteraos de quién es el lobo realmente. Enteraos de cómo se combate a este lobo. Enteraos de cómo se vence a ese lobo.
Es fácil. También lo he dicho ya millones de veces.
El camino a seguir se llama democracia. Pero la de verdad. La que nunca hemos tenido.
 
Sabiendo eso, es más fácil no fallar. Es más fácil no dejarse engañar. Y no desviar la atención del verdadero enemigo.
 
Dad un paso atrás. Abrid bien los ojos. Dejad de mirar las marionetas. Mirad al lobo que las maneja.

¿Lo veis? ¿No?
Pues mirad mejor. Informaos. Leed. Contrastad la información.

El lobo no viene. Siempre ha estado aquí. Nunca se fue. 

Lo llaman democracia, y nunca lo ha sido.
 
* Cuando VOX no era nadie, allá por 2014, el lobo comenzó a darle difusión en sus medios. Pero ese año el lobo tenía a otro partido más que promover. Aquí, ambos partidos siendo lanzados en una entrevista con una de sus propagandistas estrella.
 
Marioneta pata derecha, marioneta pata izquierda.

Gonzalo Plaza
Ciudadano en blanco

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22 COMENTARIOS

  1. Coincido en esencia con Gonzalo en lo que ha escrito en este artículo.

    VOX como entre en la partitocracia acabará siendo un lobo como los demás.

    Porque hay partitocracia más que democracia.

    Para mí la democracia es en esencia un mecanismo de contrapoderes donde el voto en las elecciones también lo es. Como también que nadie esté por encima de las leyes.

    Pero eso de votar y esperar que quien te representa sea fiel a los intereses de quienes te votan y no a los particulares o de partido, eso ya no me lo creo. Es más fácil al menos para mí, creer en la inmaculada concepción de la Virgen y el Niño Jesús.

    Creo más en la integridad personal de quienes no se dejan, de los rebeldes, de los toca pelotas del poder, que sé que los hay. De esos y de quienes se rigen en su vida por la virtud en su vida cotidiana.

    Si no los hubiera, este mundo habría dejado de existir hace mucho tiempo.

    • VOX nació en la partitocracia. Desde el principio. Como Podemos.

      Si no fuera así, no los habrían lanzado mediáticamente, como hicieron. Ya en 2014.

      Mismos perros, distintos collares.

      No hay ideologías en los parlamentos, ni en los partidos. Sólo dinero, y poder.

      • Pero cuándo a VOX le han dado espacio mediático… sólo a raíz de su resultado en Andalucia.

        Lo que dices no es verdad.

        Tocas el Estado autonómico y para el sistema eres un apestado.

        Y eso es porque la partitocracia está asentada en él.

    • Conozco los dogmas que defiende Trevijano y su secta.

      Como toda secta, una parte de lo que defienden, es verdad. Ahí coincido con ellos. Hasta VOX dice cosas que son ciertas.
      Y con esas verdades engañan a mucha gente, por desgracia.

      El problema de las sectas es la otra parte, la que no es verdad. Que es la que realmente defienden.

      Trevijano no defiende la democracia, nunca la ha defendido. Siempre fue un feroz defensor del otro modelo de pantomima política, el anglosajón, que sirve igual de bien que nuestro modelo «proporcional» al poder económico.

      Totalmente al contrario de lo que defiendo yo.

      Y mira, tengo una anécdota que contar sobre esto. En cierta ocasión entablé contacto en la red con un par de ingenuos seguidores de Trevijano, que creyeron lo mismo, que coincidíamos. Cuando les expliqué unas cuantas de las mentiras de su secta, al no poder rebatirme, me invitaron a su foro en facebook, para que sus mentores me «explicaran» esas cuestiones que les planteaba, porque ellos no podían. Yo acepté el «desafío».
      Tardaron como cero coma en expulsarme del foro. Al primer mensaje, je, je.
      Allí no admitían discrepancias ni debates. Sólo seguidores de la secta.
      Nada que ver con la democracia.

    • Ciertamente, es mejor sin disfraces, sí.

      Podría decirse que VOX es la derecha sin disfraz… al contrario que el PSOE, por ejemplo, que es la derecha disfrazada de centro… o que UP, que es la derecha disfrazada de izquierda.

      Mejor VOX entonces, ¿no? Que al menos no engaña… ¿no?

      Pero ni eso. VOX también engaña. Fingen ser extrema derecha, pero en realidad no son más que trepas y embaucadores al servicio de los ricos, como los demás. Engañan menos, claro, porque al fin y al cabo el poder económico es la derecha, por definición… pero engañan, porque la inmensa mayoría de sus votantes son infelices que creen que, a su manera, VOX les va a mejorar la vida.

      Nah, disfraces hay. El parlamento es un gran teatro, y lo que allí se hace es una representación teatral. Una farsa. Todo son disfraces y atrezzo.

      Menos cuando meten la mano (legal o ilegalmente) en la caja común, eso es de verdad.

        • Los ricos son del PP, del PSOE y hasta de Podemos.

          Aquí ideológicamente vota quien se lo puede permitir.

          A los de VOX le votan los despechados de un mal divorcio, los que sufren la competencia desleal de la inmigración ilegal o los indignados que están hasta los huevos de tanto progre y golpista catalán. Es decir, gente muy normal y corriente.

        • Claro que es gente corriente. La misma gente corriente que seguía a Hitler, Mussolini, Jose Antonio… es lo que tienen los fascismos, que son populistas.

        • Claro que es gente corriente. La misma gente corriente que siguió a Hitler, Mussolini, José Antonio…
          Es uno de los puntos fuertes de los fascismos, que son populistas.

        • El poder económico es derecha. Por definición. La izquierda, la de verdad, defiende la igualdad. Es decir, entre otras cosas, que no haya ricos.

          Otra cosa es que haya ricos -la derecha- que van de izquierdas. Propaganda.

        • Eres un dogmático.

          Anda, estudia la vida de Marx, Lenin y Trotski y verás a perfectos burgueses.

          La izquierda es una gran y demagógica mentira.

          Ser rico o burgués acomodado y progre de izquierdas en este país es ya de lo más corriente. Y el verdadero caladero de votos de la izquierda urbanita, prepotente y fantasiosa.

          Ahora existen el voto cabreado, el conformista, y el interesado.

          Y hablar de populismo cuando nuestro país se está desintegrando, en fin…

          EN ESTE PAIS EN REALIDAD NO SON MUCHOS LOS QUE SE PUEDEN PERMITIR VOTAR O NO VOTAR POR MOTIVOS IDEOLOGICOS.

          No son ni dogmáticos ni fantasiosos.

        • Quería decir que la mayoría de la gente no es dogmática (y por eso los votos se mueven de unos partidos a otros) ni fantasiosa (es profundamente realista).

          Y cuando la partitocracia ya tiene tan mala prensa…

          Lo siento Gonzalo, pero el cambio para tu sorpresa e incredulidad, viene de la derecha, que defiende el mayor principio de todos de una verdadera democracia:NEMO EST SUPRA LEGIS.

          La derecha, los extremos son los revolucionarios fascistas y comunistas.

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