Podemos Valdepeñas.- Lo hemos repetido muchas veces: el PSOE de Jesús Martín en Valdepeñas, como el de Susana Díaz en Andalucía, es el peor PSOE; el de la corrupción y el enchufismo. Se ha instalado sobre redes clientelares podridas para pervivir con un tren de vida desmesurado durante décadas. Los andaluces, con su abstención, han dicho el pasado domingo que no lo quieren más.
Cuando se gobierna vacío, instalando grandes (y carísimas) letras del nombre de tu pueblo en rotondas y avenidas, pero sin arreglar las goteras de los pabellones deportivos, sin crear instalaciones para que la juventud pueda pasar su tiempo libre o sin dotar de hamacas para bebes a las guarderías, lo que se logra es decepcionar a la gente y desmovilizarla. No nos gusta cómo gobierna este PSOE, lo que hace y cómo se perpetúan sus dirigentes en los cargos. Es momento de dejar de llenar el pueblo de rotondas o estatuas y hacer lo que no han sido capaces de llevar a cabo en 18 años. Hemos dado un paso firme al frente con un equipo fuerte para gobernar y, de forma constructiva, cambiar las cosas.
En Castilla-La Mancha el ‘socialista’ García Page dijo a finales de noviembre que Rivera y él podrían ser perfectamente del mismo partido, poco antes de que Rivera se negara a condenar la Dictadura franquista. El PSOE de Susana Díaz, que se alió con Ciudadanos y que ha gobernado de espaldas a Andalucía durante cuarenta años, ha perdido. Es una vergüenza democrática muy clarificadora que PP y Cs den por sentado que pactarán un gobierno con VOX. Ya no cabe llevarse a engaño: esas tres fuerzas políticas comparten un proyecto de país. El blanqueamiento del discurso fascista que han hecho PP y Cs en su disputa por ver quién era más de derechas ha hecho posible la irrupción electoral de VOX. Son una fuerza racista, machista, homófoba, enemiga de las mujeres y de la gente trabajadora; amenazan la democracia y las libertades: quieren volver al pasado. Ponen en riesgo el Estado del Bienestar y nuestro futuro.
El hastío y el hartazgo que produce el PPSOE encuentran en Valdepeñas una alternativa solvente de cambio democrático. Esa alternativa se ha negado a ir de la mano de supuestos “agentes del cambio” -que a la hora de la verdad han apoyado los desmanes de nuestro alcalde a cambio de migajas de la corrupción- y permite poner freno a los extremismos, vengan de donde vengan; tanto a los que hacen apología de una Dictadura represiva y asesina como a quienes están dispuestos a gobernar con ellos.
La solución para acabar con la corrupción, las rotondas y las escandalosas liberaciones autoconcedidas no es abstenerse el día de las elecciones, ni abonar con el voto la irrupción de la extrema derecha, que utiliza la desinformación y el odio para enfrentar a los más desfavorecidos, que trabaja contra las mujeres y a favor de las élites.
En Valdepeñas existe alternativa: la de la gente trabajadora. Aquella que, pudiendo obtener concejalías en 2015, no se presentó a las elecciones municipales porque prefirió fortalecer su equipo. Aquella que ha conformado un equipo maduro y solvente que está trabajando para acabar con cuatro legislaturas de mayorías absolutas del PSOE, ejemplo de la decadencia y del fin de los valores socialistas. Es una alternativa capaz de afirmar que no investirá nunca a Jesús Martín como alcalde, porque éste ha demostrado sobradamente que es capaz de gobernar pensando más en sí mismo y sus amigos que en el conjunto del pueblo.
Fue la gente y la ciudadanía quienes consiguieron echar al PP y su corrupción de La Moncloa. Y va a ser el pueblo de Valdepeñas quien eche a Jesús Martín y su corrupción del Ayuntamiento de Valdepeñas, propiciando la llegada de una candidatura fuerte, capaz de gobernar más eficientemente y mejor. La herramienta: PODEMOS.