Luis Mario Sobrino Simal.- Esta tarde ha tenido lugar en la Librería “Serendipia” la presentación del libro sobre el nacimiento de Ciudad Real; Alfonso X El Sabio vs La Orden de Calatrava, “Laín el Bastardo”, a cargo de Francisco Narla, 1er Premio Edhasa de novela histórica.
Narla es comandante de vuelo de línea aérea a la vez que escritor; con numerosas publicaciones en su haber, novelas, poesía, relatos, artículos variados y ensayos de aspecto técnico. Ha participado y lo sigue haciendo en diversos foros y ha probado la experiencia televisiva con el programa “Cuarto Milenio”.
Su novela se sitúa en el nacimiento de Ciudad Real por el rey Alfonso X el Sabio, antes llamada Villa Real en torno al Pozo de don Gil cuyo emplazamiento estaba en el centro mismo de esta ciudad.
Nos sorprende con su opinión sobre el rey Alfonso en el sentido de que “no era tan bueno como puede parecer con ese adjetivo de “sabio”, de hecho continúa Francisco, hay que decir que el rey mató a uno de sus hermanos, mandó al exilio a otro, se gastó parte del dinero de su reino en intentar convertirse en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y desde luego tiene varios aspectos de su vida que rondan lo más oscuro y tenebroso… y sí, nos quedamos con su sobrenombre de “El Sabio” pero ya digo que hay aspectos muy tenebrosos en su vida y además cuando pensamos en muchas de sus acciones supuestamente fantásticas que llevó a cabo durante de vida como el tema de la conducción de la Escuela de Traductores de Toledo, o el Código de las Siete partidas, en realidad dejando a un lado por la cultura y el arte, todo ello tuvo que ver con su deseo personal de autopromocionarse como candidato a ser Emperador.
La fundación de Villarreal y dos siglos después la creación de Ciudad Real, tuvo mucho más que ver con esos deseos personales y sobre todo de su lucha contra la Orden de Calatrava, “cortándole las alas”. Pensemos que estamos hablando de momentos cercanos al Tratado de Badajoz. No hay que olvidar continúa Narla que entonces el concepto de Estado que tenemos hoy, entonces no existía, las ciudades entonces eran de realengo, propiedad de un rey o un señor feudal, o de algo que actuaba como diríamos en términos modernos como “persona jurídica”, sea la Iglesia a través de un obispo o sea una Orden como era la de calatrava; por lo tanto concluye el novelista que la fundación de Ciudad Real tuvo la parte oscura por parte del rey de que los calatravos no se le fueran de las manos.
Laín, huérfano y bastardo, pero su ilusión era clara: que cuando su padre, don Rodrigo Seijas, volviera de las Cruzadas, estuviera orgulloso de él. Por eso escaló el roquedal consiguiendo un polluelo de halcón, que criaría para regalárselo. La mala noticia llegó y es que don Rodrigo no volvió. Fue desterrado por su hermanastro y acogido después por Guy de Tarba, infanzón fiel al señor de la villa y, con él, Laín se embarcará en un viaje lleno de peligros y aventuras. Atravesando Galicia, cruzarán los Pirineos y, ya en Venecia, embarcarán hacia la lejana Palestina. Allí será perseguido por los templarios y traicionado, pero se convertirá en un hombre, en un héroe. La venganza le da fuerzas.
Preguntado por la relación de su profesión con la novela histórica, responde con humor citando al famoso aviador AntoineSaint-exupery y su “Principito”. Dicen que Exupery vino a España en los últimos días de la Guerra Civil española, viajero, estudioso, escritor. Dicen que le preguntaron a Antoine que ¿“escritor o aviador”? y el respondió: ¿Acaso no es lo mismo?
Narla nos revela que descubrió su pasión oculta de piloto leyendo “El Principito” con lo que conjugó perfectamente su doble vida como escritor y aviador…
Una interesante novela histórica. Bueno, ya sabemos que Alfonso X ‘El Sabio’ y las Órdenes Militares fue la historia de un desencuentro…..
Mostrando el «lado oscuro» del rey sabio, oculto hasta ahora…