Casi 300 personas entre pacientes, familiares y trabajadores del Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha (IEN) han recorrido el centro de Guadalajara en la marcha organizada con motivo de la celebración del Día del Daño Cerebral Adquirido.
Esta ha partido desde el IEN y ha recorrido las calles del centro de Guadalajara con parada en la Delegación de la Junta y finalmente en la plaza de Santo Domingo, donde se ha instalado una mesa informativa, junto a la Asociación de Daño Cerebral ADACE, y se ha procedido a la lectura de un manifiesto. A lo largo del recorrido se han repartido dípticos e informado a la población sobre el daño cerebral, cómo prevenirlo y cómo actuar.
El acto tenía como objetivo visibilizar a los pacientes y sensibilizar a la población sobre el daño cerebral, su prevención y el trabajo que se realiza en el IEN, y ha contado con la presencia de la directora general de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria, María Teresa Marín, quien ha agradecido la presencia de pacientes procedentes de toda la región.
Acompañada por la directora provincial de Sanidad, Margarita Gascueña, la directora médico de la GAI de Guadalajara Dolores Retuerta y la directora de Enfermería del Área, Ángeles Martín, Teresa Marín ha destacado la intención por parte del Gobierno que preside Emiliano García-Page de establecer una estrategia conjunta para coordinar los dispositivos de las Consejerías de Sanidad y Bienestar Social, uniendo fuerzas para ser “más eficientes y conocer de primera mano el amplio espectro de necesidades que tienen los afectados por daño cerebral durante todo el proceso de su enfermedad”.
Marín ha ahondado en la necesidad de prevenir en lo posible el daño cerebral, causado hasta en el 80 por ciento de los casos por un accidente cerebrovascular. En este sentido, ha apelado a la adopción de hábitos de vida saludables y la formación desde niños en este sentido.
Asimismo, ha recordado que el Gobierno de Castilla-La Mancha fue pionero en la puesta en marcha del denominado ‘Código Ictus’ para facilitar la atención y el diagnóstico inmediato de las personas que lo sufren en cualquier punto de la región, trabajando en red y coordinadamente con los servicios hospitalarios y de urgencias y emergencias, “ya que la capacidad de recuperación de estas personas está directamente relacionada con la velocidad a la que son atendidos”. El pasado año, ha señalado, se activaron más de 500 códigos ictus en la región.
Finalmente, Margarita Gascueña ha destacado la labor de todos los trabajadores y el esfuerzo de los pacientes para asistir a los actos de hoy, pues “no hay mejor propaganda para el IEN que el hecho de que todos hayáis querido venir a celebrar este día”.
Trabajo multidisciplinar en el IEN
El IEN es una unidad de referencia y excelencia que presta una atención multidisciplinar con el objetivo de que las personas afectadas por daño cerebral puedan reincorporarse a su entorno y su vida cotidiana con la máxima autonomía posible.
Marín por su parte ha destacado el papel de cada uno de los profesionales que trabajan en la rehabilitación integral de estas personas, desde neurólogos, fisioterapeutas, médicos rehabilitadores, logopedas, psicólogos, trabajadores sociales, y en general todas las personas implicadas en su atención, porque “todas son importantes”. Asimismo, se ha referido a los voluntarios, antiguos pacientes que comparten parte de su tiempo con los pacientes actuales, para quienes sirven de ánimo y referencia de lo que pueden llegar a conseguir con rehabilitación.
La directora médico del Área Integrada de Guadalajara y responsable del IEN, Dolores Retuerta, ha explicado además que desde la puesta en marcha de la Unidad de Daño Cerebral en 2011 se han recibido más de 500 solicitudes de ingreso de toda la región y se ha atendido a 334 pacientes con una edad media de 51 años, siendo la estancia media de cinco a seis meses.
Los pacientes que llegan al IEN presentan importantes limitaciones que pueden afectar a su movimiento, comunicación, deglución o habilidades cognitivas, y el tratamiento intensivo que presta esta Unidad de alto rendimiento consigue avances “espectaculares”. Para ello resulta fundamental no sólo el trabajo coordinado de los profesionales, sino también la implicación de los familiares y la colaboración de los propios pacientes, que deben participar activamente en su recuperación, siendo clave para el éxito del tratamiento la plasticidad cerebral.
Con todo ello se les dota de la capacidad, recursos y habilidades necesarias para reincorporarse a su entorno familiar, social e incluso laboral de manera autónoma.