Sociedades modernas y patrimonio inmaterial

Luis Mario Sobrino Simal.- Esta tarde ha tenido lugar en la Biblioteca Pública de Ciudad Real la conferencia coloquio “Antropo-logía, Patrimonio Inmaterial”, a cargo del profesor catedrático de la UNED Honorio Velasco Maillo.

El profesor Velasco es uno de los principales referentes en España de la Antropología Cultural. Con un amplísimo curriculum, pertenece a diversos comités científicos. Especialista en Fiestas y Tradiciones populares, investiga para la UNESCO y colabora con el Museo del Hombre de Paris.

Ha realizado trabajos de campo en temas como Evolución y cambio del trabajo manual; Rituales; Ritual y Retórica en Mercados y Ferias de ganado. Es también un experto en Políticas de Cultura Popular.

Trabaja en áreas rurales de Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid, Levante, Extremadura y Andalucía.

Por último imparte en la UNED el curso: «El concepto de cultura y la diversidad. Una visión antropológica de los derechos culturales» en el Doctorado de Derecho de la Cultura, la asignatura «Antropología cognitiva y simbólica en la UNED» desde los comienzos de la titulación en nuestro país.

En cuanto al Patrimonio Inmaterial desde el punto de vista “antropológico”, indica que se trata de destacar que la relevancia de este patrimonio está cargada de tensiones. Este tipo de patrimonio se mantiene a través de las personas que los transmiten y estas personas son las que participan y conforman las fiestas tradicionales y populares. También forma parte de este patrimonio los cuentos, chascarrillos, refranes, dichos populares, canciones,…etc.”

Continúa diciendo que todo esto choca bastante con la evolución de la sociedad hacia formas modernas de entender este tema.  Nos comenta también el profesor Velasco que por ejemplo los oficios artesanos como la alfarería, cestería, están desapareciendo como patrimonio en cierto modo inmaterial en cuanto a su enseñanza y transmisión de conocimientos de las artes populares.

Sobre el caso del “afilador”, con su típico silbato y sonido característico, riéndose admite que ese oficio también se está perdiendo por la industrialización y las nuevas tecnologías. En este sentido “critica” que las nuevas formas de relaciones laborales en cuanto a contratos, legislación, controles, fiscalidades, etc., están provocando el hundimiento de ciertas profesiones artesanales y pone el ejemplo de un zapatero que no puede contratar a un aprendiz por temas legales, evidentemente. Incluso continúa advirtiendo del peligro de la desaparición de ciertos festejos populares con la aparición de normas en materia de hostelería, sanidad, higiene, acústica, etc.

Estamos en la sociedad de la velocidad. Esta es la sociedad que destruye el patrimonio.Los jóvenes de ahora salvo excepciones no quieren saber nada de oficios tradicionales.

En cuanto a nuevas tecnologías y redes sociales, responde contundentemente: ahora se está desarrollando un “folclore” característico dentro de las redes sociales. “Estas redes se han convertido en distribuidores de chascarrillos hasta una intensidad y punto no conocidos. Lo que antes se hacía con dibujos, ahora se hace con “memes” y demás elementos informáticos hacen que la tradición oral empiece a llamarse tradición cibernética”.