En la categoría de 0.85, correspondiente a los centímetros de los saltos que superó a lomos de ‘Siroco’. Un resultado que no esperaba porque ella llegaba “únicamente” con la intención de que “el caballo no me la liara” y poder completar la prueba y los saltos sin problemas. Es la mayor alegría de su incipiente carrera junto al reconocimiento que consiguió en 2017 en el Concurso Nacional que se disputa en Ciudad Real.
La joven daimieleña Patricia Muñoz siempre tuvo claro lo que quería de ser mayor. Con solo cinco años vio una competición de hípica por la tele y al poco tiempo ya estaba montada a caballo. Desde entonces y hasta la actualidad, las horas que no dedica al estudio son para una pasión no disimulada. La cara le cambia cuando habla de ‘Siroco’, su caballo. “Cuando me ve venir, ya empieza a relinchar”, cuenta con una gran sonrisa.
A sus lomos, Patricia consiguió el tercer puesto en la prueba de 0.85 (la altura de los obstáculos) en el campeonato regional que se disputó el fin de semana del 22 y 23 de septiembre, en la yeguada de Los Arcángeles en Tomelloso. Un resultado que no esperaba porque ella llegaba “únicamente” con la intención de que “el caballo no me la liara” y poder completar la prueba y los saltos sin problemas. Pero cuando dijeron su nombre por megafonía, la incredulidad se convirtió en alegría. La mayor de su incipiente carrera junto al reconocimiento que consiguió en 2017 en el Concurso Nacional que se disputa en Ciudad Real, coincidiendo con su feria.
Aun así, sabe que el profesionalismo es una meta complicada. De hecho, quiere seguir compitiendo “hasta llegar a lo más alto posible, por mí, por mi caballo, pero meterme a profesional como mi profesor, no lo haría”.
Lo próximo que tiene en mente es la cita, de ámbito nacional, que se celebrará el 20 y 21 de octubre, en el Casino Club de Campo, en Guadalajara. “Es la primera vez que vamos, pero seguro que se puede hacer algo”, dice con naturalidad. Y lo va a intentar en una prueba de más altura. “Quiero arriesgar, un metro, o un poco más”, señala con ambición. La misma con la que mira a agosto de 2019 y a Ciudad Real. “Voy a ir a las pruebas grandes, son muchos años esperando”, dice. Solo tiene 15, pero se le han hecho muy largos desde el primer día que empezó a cabalgar.
