El Pleno del Ayuntamiento de Malagón aprobó el pasado viernes la Cuenta General de 2017 y la modificación de la ordenanza fiscal del IBI para continuar con la senda de reducción de este impuesto iniciada el pasado año, informa el Consistorio en una nota de prensa.
La Cuenta Genera del año 2017 resultó aprobada definitivamente después de superar el proceso de exposición pública sin que se realizará ninguna alegación, con unos datos muy positivos.
Este documento técnico refleja claramente la consolidación del proceso de seriedad y rigor presupuestario iniciado por el Equipo de Gobierno del Partido Popular desde el ejercicio 2011 y que ha permitido superar la quiebra en la que se encontraba el ayuntamiento.
La Cuenta General arroja un resultado presupuesto ajustado positivo de más de un millón cien mil euros (+1.116.655 €) y un remanente de tesorería positivo de más de dos millones setecientos mil euros (+2.742.711€).
La Cuenta General fue aprobada con los votos favorables del Grupo Municipal Popular y los contrarios del Grupo Municipal Socialista, que a pesar de no haber realizado ninguna alegación, afirmó en el debate plenario que no se creían el documento técnico, postura que se reitera año tras año sin aportar ningún dato que avale su posición.
El Pleno también aprobó la reducción del tipo del IBI de naturaleza urbana. Esta reducción se suma a la realizada el pasado ejercicio y supondrá que los malagoneros en conjunto se vean favorecidos globalmente con una reducción superior a los 90.000€. Los recibos de IBI se reducirán de media en más de un 5% en el acumulado de los ejercicios 2018 y 2019, situando el tipo impositivo en un 0,59, lo que convierte a Malagón en uno de los municipios con los impuestos más bajos de la provincia entre los Ayuntamientos con una población de entre cinco y diez mil habitantes.
La propuesta de reducción del IBI presentada por el Equipo del Gobierno del Partido Popular fue la única presentada al pleno en relación con el IBI y fue aprobada por unanimidad.
El Alcalde, Adrián Fernández, se comprometió a continuar reduciendo cada año la cantidad que pagan los vecinos por el impuesto del IBI, una vez que la situación económica del ayuntamiento ha superado la quiebra del 2011 y lo permite.
Igualmente el Concejal de Hacienda informó que el resto de ordenanzas fiscales permanecen congeladas desde el 2016, salvo las que fueron reducidas, tal como las del impuesto de vehículos que incluyó disminuciones para vehículos ecológicos y las tasas de apertura de negocios y de basura que permitieron bajadas importantes de las cantidades a pagar.
Esta congelación que se prolongará al ejercicio 2019 supone de hecho una reducción del esfuerzo fiscal de los vecinos, dado que IPC en estos ejercicios ha sufrido un incremento que fluctúa entre el 1,1% y el 2% y dado que este incremento de los precios no ha sido trasladada a las tasas e impuestos.