El grupo municipal socialista de Campo de Criptana explica que Antonio Lucas- Torres se negó el pasado jueves a dar cuenta de gran parte de los 561 decretos de alcaldía, tras los que esconde una oscura gestión municipal. Ante esa negativa y las constantes faltas de respeto hacia los miembros del Grupo Municipal, los ediles socialistas decidieron abandonar el pleno.
Con un lenguaje que rozaba “lo soez y mostrando un constante desprecio a las reglas del juego democrático”, añaden los socialistas, el pasado jueves 27, en pleno, el alcalde de Campo de Criptana se negaba a dar Decretos de cuenta de los Alcaldía correspondientes a los tres últimos meses de gestión municipal.
Se trata de un total de 561 decretos firmados por el alcalde desde el 15 de junio del 2018 hasta la fecha del pleno y que recogen desde el pago de subvenciones, contrataciones, compras y memorias técnicas que ni han sido informadas por las diferentes comisiones informativas ni se tratan en la Junta Local de Gobierno que se reúne con carácter semanal. Es más, en más de una veintena de ocasiones, el alcalde se “apropia” de las competencias de la Junta de Gobierno, en temas tan sensibles como la contratación e personal, adjudicación de obras o compra de vehículos para así no tener que dar explicaciones en los órganos que la ley determina para ello.
Pero lo peor de todo no es el número de decretos, que demuestra la nula transparencia y respeto a la labor de la oposición. Lo peor es que además, con una actitud prepotente y despreciando a los grupos políticos el alcalde, con toda desvergüenza se niegue a dar cuenta en el pleno, tal y como marca la ley, de sus decisiones tomadas sin información previa ni consulta a la oposición.
Ante esta actitud autoritaria y poco democrática, y ante los insultos e insinuaciones vertidos por el alcalde, que nada tienen que ver con el desarrollo normal del pleno, el grupo socialista abandonó el pleno pidiendo respeto a su labor de oposición y sobre todo, respeto a las leyes democráticas que nos hemos dado.
El problema de Lucas-Torres en Criptana es que ni está ni se le espera y gestiona el ayuntamiento a fuerza de decretos que firma desde su móvil ya que en el despacho nunca está. Prefiere zascandilear en Toledo o Ciudad Real, “apañar” las contrataciones, las adjudicaciones y las subvenciones vía decreto, sin tener que dar explicaciones, antes que atender a su pueblo y gobernarlo siguiendo las reglas del juego democrático. Prueba de ello es que el alcalde no ha aparecido ni las dos últimas comisiones de Hacienda ni las tres últimas juntas locales de gobierno, tal y como es su deber ya que es el presidente de las mismas.
Desgobierno, oscuridad en la toma de decisiones, prepotencia y falta de respeto constante a la oposición y de altura democrática puede resumir el gobierno de Antonio Lucas-Torres en Campo de Criptana.