Comisión Ejecutiva Local del PSOE de Ciudad Real.- Hace pocas fechas, el presidente nacional del Partido Popular, D. Pablo Casado, fue pillado infraganti por las cámaras inmisericordes de televisión mientras susurraba al oído del César, del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, como en las películas de romanos: “España es un desastre”. Y lo hacía sin estar en el contexto de la conversación. Ante un “¿y tú qué tal?” de Juncker, el Sr. Casado, de largo expediente académico y escasa formación, desconocedor de lo que significa la razón de estado, se despachó con “España es un desastre”, mientras esbozaba una sonrisa ruin de oreja a oreja, con nocturnidad y alevosía, como si este país nuestro fuera una prolongación de su persona.
El mismo que apenas hace cien días, coreando al “Sr. Mpuntorajoy”, alardeaba de que se debía hablar siempre bien de España, de que “España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles”.
Ha pasado a la oposición por imperativos de la Constitución y parece que ya no le importa “la marca España” cuando va por los foros internacionales denigrando y hablando mal del país. ¿Qué le decimos ahora a nuestros empresarios, a nuestros emprendedores, a los españoles en general, cuando intenten promocionarse en el exterior?, ¿qué España es un desastre? ¿Qué les decimos a los extranjeros que nos vistan? Existen muchas maneras de traicionar a un país y la suya es una de ellas, aunque no lleve aparejada prisión preventiva.
España no es un desastre, Sr. Casado; el PP es un desastre. ¿Debemos volver a contar la deriva de su partido en las últimas décadas? Han logrado aunar, por una vez, la voluntad de los miembros de la cámara baja ante el hedor que salía de los juzgados. La primera vez que una moción de censura tiene éxito en el transcurso de este periplo constitucional. ¿Casos concretos y particulares, dice?
España no es el PP, Sr. Casado; ni su partido es la reserva espiritual de nada. Habiendo patriotas como Vd. no se necesitan enemigos exteriores. Soportamos su conversión hacia planteamientos neoliberales dogmáticos y de extrema derecha, pero esperamos no verle en La Moncloa por si hubiera otro Irak.
Es nuestra derecha ‘ marca España’. Cerril, inculta, intransigente y cruel.
Y el Sr. Casado Blanco es la más mala destilación del peor presidente de España, el Sr. Aznar.
Todo un ‘hooligan’. Es lo que hay…..
Cuidado con las grabaciones de Villarejo. Entre unos y otros nos tenéis contentos…