Miembros de la Asociación Cultural Plaza de las Terreras se han reunido esta mañana con la delegada de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y técnicos de Cultura y Patrimonio para abordar la situación del Convento de las Concepcionistas de Ciudad Real, declarado Bien de Interés Cultural, y deshabitado desde hace una década.
Carmen Olmedo ha descartado la adquisición del inmueble por parte de la Administración regional, aunque se ha comprometido a “obligar” a la orden religiosa propietaria del monasterio, a que se abra al público cuatro días al mes, en cumplimiento de la normativa vigente.
La asociación, cuyo fin social es conseguir que el Monasterio de la Orden de Franciscanas-Concepcionistas de Santa Beatriz de Silva (Las Terreras), situado en la plaza de la Inmaculada Concepción de Ciudad Real, sea conservado, rehabilitado y puesto a disposición de la ciudad como monumento histórico, ha entregado a la representante del Gobierno regional diversa documentación sobre el convento, incluidas fotografías de los exteriores y una fotocopia del anuncio de venta del edificio. En caso de fuera adquirido por un comprador privado, la Junta de Comunidades permanecería “muy vigilante” para que “no se tocara ni una piedra”, relatan desde este colectivo.
Asimismo, técnicos de la Junta inspeccionarán el Convento para evaluar su situación. Una vez elaborado el correspondiente informe, se volverá a celebrar una reunión, para su conocimiento, con la Asociación Cultural Plaza de las Terreras.
Por otra parte, Olmedo ha confirmado que el Ayuntamiento de Ciudad Real les ha dado traslado de un requerimiento para que la orden religiosa proceda a la limpieza de los grafitis de la fachada y de las puertas del convento.
Lógico y razonable…..
Hoy no cortas y pegas como tu jefe Sanchez, o es que has cogido miedo.
José Ignacio hoy has conseguido mucho, se va a poder evaluar el estado del edificio.
Enhorabuena.
A las monjas les va a quemar en las manos este edificio.
Si no consiguen comprador, el edificio no se librará de su estado de abandono.
Este edificio debe ser urbanísticamente rentable.
Por una parte debería segregarse la superficie aprovechable para la construcción (ganan las monjas), y por otra, la parte no aprovechable por su valor histórico-artístico, debería cambiar de manos responsables que impidieran su abandono.
¿Quién dice que la Administración deba expropiar el edificio?
Las monjas si no pueden conservarlo, porque es muy gravoso, deberían cederlo o donarlo al municipio. Y podrían además vender lo que pudiera ser segregado y rentabilizado por terceros.
Veo muy complicado que un tercero quisiera quedarse con todo.
Un bien BIC como éste (aquí no solo hay que mantener una fachada), espanta cualquier inversión.
La casa de la Cruz Roja, con un valor patrimonial muy inferior, sí lo comprásteis, y por una millonada, por cierto, este, con un valor patrimonial infinitamente superior y a un precio de ganga, no queréis comprarlo. Vuestra arbitrariedad me inquieta y nos coloca a los pies de los caballos.
Condenaréis el edificio a la ruina y vuestra será la responsabilidad.
El Ayuntamiento lacayo no tiene nada que decir?
Si tuviérais un mínimo de decencia y sentido de la responsabilidad, al menos, os deberíais comprometer a buscarle, vía gestión con empresas hoteleras o Dirección General de Paradores, su adaptación como alojamiento turístico de valor histórico, como han hecho otras ciudades en análogas circunstancias.
Hasta cuándo tendremos que sufrir esta pesadilla de politicuchos.