Equo Valdepeñas.- Desde Equo Valdepeñas rechazamos la inclusión, por parte del Ayuntamiento, de la jornada de puertas abiertas de la plaza de toros en la programación de la Feria de Agosto. Esta jornada está dirigida principalmente a la infancia, y aunque suponemos que tendrá un carácter instructivo y no se producirán situaciones de violencia real, es evidente que sólo es un paso previo. El siguiente paso, si se respeta el guión que se ha seguido en otras localidades, será regalar entradas de alguna corrida a los niños y niñas, porque el objetivo final de esta promoción no es otro que conseguir que acuda mas gente a los tendidos.
Se puede comprender que la empresa busque nuevos aficionados, imprescindibles para poder mantener su negocio, ante el continuo declive de la afición taurina en los últimos años. Y es en estos niños y niñas donde empresa y aficionados ven el único futuro posible, ya que, además, las ayudas de instituciones públicas al negocio taurino están cada vez más cuestionadas. De hecho, desde Bruselas se prohibieron en 2015 las ayudas a la tauromaquia a través de la PAC; en muchos ayuntamientos los vecinos, por medio de referéndum, han decidido que se deje de financiar estas actividades con dinero público; la mayoría de las CCAA ya no destinan a este fin ni un euro de sus presupuestos… Inculcar la afición a lo taurino entre los menores es la única esperanza para un negocio fundamentado en la tortura y el sufrimiento de los animales.
Pero no debe ser este criterio mercantilista el principal a considerar, y menos cuando desde instancias como la ONU, por recomendación del Comité de los Derechos del Niño y atendiendo al informe de la Coordinadora de Profesionales para la Prevención de Abusos (CoPPA), se ha pedido recientemente a España que prohiba la exposición de los menores a las actividades taurinas debido a su extremada violencia.
Como asegura el psiquiatra Luis Rojas-Marcos, que ha sido durante varias décadas máximo responsable de los Servicios de Salud Mental de la ciudad de Nueva York, y presidente del Sistema de Hospitales Públicos neoyorquino, “El mundo civilizado está moralmente obligado a proteger a niños y adolescentes de los probados daños psicológicos que produce presenciar la normalización de la violencia y el sadismo en cualquiera de sus forma, incluyendo las corridas de toros».
Cada vez más ciudadanos entendemos que una sociedad civilizada no debe educar a sus hijos por medio de actividades en que la diversión se proporcione a través de la tortura y el sufrimiento de animales.
“El principio del interés superior del niño, que es la esencia de la Convención, prevalece sobre el derecho de acceso a la cultura”, explica Anna Mulá, abogada de la Fundación Franz Weber.
Por tanto, desde Equo Valdepeñas hacemos un llamamiento al Ayuntamiento para que priorice este interés superior del niño frente al interés puramente comercial de la empresa taurina, y se retire esta actividad de la programación de la Feria de Agosto. Igualmente solicitamos que se dejen de subvencionar las actividades taurinas desde el Ayuntamiento, o que al menos se consulte a la ciudadanía al respecto.