Desde la Asamblea Feminista de Ciudad Real queremos mostrar nuestro más profundo rechazo a los distintos casos de acoso sexual sufridos por temporeras en Albacete. Estos hechos han sido puestos en conocimiento de Comisiones Obreras a través de una denuncia anónima y evidencian, una vez más, las distintas caras de la explotación que sufren las trabajadoras.
Igual que sus compañeros temporeros, deben soportar un trabajo que se caracteriza por la precariedad, con incumplimiento de contrato -en las raras ocasiones en las que se firman contratos-, con jornadas que exceden las 12 horas sin apenas descansos, etc. Este colectivo carga con el peso de un entorno institucional sin voluntad política firme para luchar contra las inequidades y que no destina recursos suficientes para garantizar los derechos de las trabajadoras y los trabajadores.
Pero además sobre ellas cae el peso de la doble jornada y, por lo tanto de la doble explotación, con un trabajo de cuidados invisibilizado que agota aun más a las mujeres trabajadoras y que les supone una presión laboral extra, pues los capataces dicen preferir mujeres con criaturas para asegurarse que ellas vuelvan a su país una vez
terminada la cosecha.
Sobre ellas cae el peso de un ambiente laboral inseguro, de acoso y carente de garantías contra cualquier tipo de agresión sexual. La posición de impunidad y de poder que exhiben los capataces e intermediarios se traduce en abuso e imposición de conductas de control sobre el cuerpo y la libertad sexual de estas mujeres.
Desde la Asamblea Feminismos de Ciudad Real condenamos la violencia a la que se ven sometidas las trabajadoras temporeras, de nuestra región y de todas las regiones, en cualquier época del año, e instamos a la Administración a reconsiderar su papel como mera espectadora y a destinar recursos suficientes, no solo humanos sino también materiales, para garantizar empleos dignos, seguros y respetuosos con los
derechos más elementales.