Desde el mes de mayo, los usuarios del centro han cultivado un pequeño huerto en el que han plantado pepinos, tomates o pimientos. Esta actividad les aporta múltiples beneficios, dado que mejora su autoestima, fomenta su participación social o estimula sus capacidades cognitivas, físicas y comunicativas.
El Huerto Terapéutico del Centro de Día de Alzheimer ya ha dado su primera cosecha. Pepinos, tomates, pimientos o cebollinos son algunas de las verduras que han recolectado los usuarios durante estos días, y con las que han realizado un desayuno saludable.
La iniciativa, que se ha puesto en marcha por tercer año consecutivo, comenzó en el mes de mayo cuando empezó la plantación en el patio exterior del centro. La terapeuta ocupacional del Centro, Ana María Ramírez de Arellano, explicaba que los usuarios se encargan de trasplantar a las mesas de cultivo lo que se compra en el vivero y de realizar “los cuidados necesarios” como el riego o la eliminación de las malas hierbas. Todo ello “dependiendo de las capacidades de cada uno”, matizaba.
El objetivo de este proyecto, donde han participado 18 de los 25 usuarios con los que cuenta el centro, es el de “estimularlos”, como destacaba Ramírez de Arellano. Es una actividad “muy significativa” para ellos ya que les produce “una gran motivación” tanto a nivel físico como emocional. “Aumentan su autoestima, se relacionan más fácilmente con los demás y fomentan sus capacidades cognitivas, físicas y comunicativas”, recalcaba.
Ramírez de Arellano señalaba asimismo que la actividad del Huerto Terapéutico se volverá a realizar el curso que viene, dado que “los objetivos se cumplen” y los beneficios que aporta a los usuarios “son múltiples”.
