El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presentado esta mañana, en el Palacio de Fuensalida, el III Plan de Formación Profesional del Ejecutivo autonómico en el que se establece un sistema integrado de Formación Profesional adaptado a las necesidades del modelo productivo y que responde a las medidas acordadas en el Pacto por la Recuperación Económica.
El presupuesto previsto para este Plan 2018-2022 es de más de mil millones de euros, de los cuales más de 660 millones de euros corresponden a la FP del sistema educativo y más de 344 millones de euros a la FP del sistema de empleo.
“Este plan tiene un valor estratégico principal. Para su creación hemos tenido muy claros los márgenes de generación de riqueza, profesionales y mejora de la formación, para el éxito de la Formación Profesional”, ha dicho el presidente del Ejecutivo autonómico, al tiempo que ha significado que se trata de un plan de enorme ambición en cantidades, objetivos y en la intención.
En este sentido, ha asegurado que muchas de las cosas que serán importantes para la región en el futuro “tendrán que ver con la cosecha de la siembra de este acuerdo” que, además, se ha alcanzado con un gran nivel de meticulosidad en las negociaciones, algo que el jefe del Ejecutivo autonómico ha agradecido a CCOO, UGT y CECAM.
A juicio del presidente, este III Plan de Formación Profesional supone “un doble cambio de chip, tras la mala prensa que ha tenido y ninguneo en muchos sectores y que está cambiando”. Del mismo modo, Emiliano García-Page ha agradecido que se haya llevado a buen fin este Plan: “con el valor del consenso, la situación tiene que ser en el futuro la que buscamos”, ha rubricado.
La titular autonómica de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha opinado hoy, en el marco de la presentación del Plan, que el objetivo es generar el mayor conocimiento posible y aplicarlo en la economía, tanto en nuevos sectores como en los más tradicionales. “Uno de los grandes objetivos del Pacto por la Recuperación Económica de Castilla-La Mancha, pasa precisamente por contar con un capital humano preparado para esta nueva línea de trabajo”, ha apuntado.
El III Plan de Formación Profesional, que tendrá un marco temporal de 2018 a 2022, cuenta con 4 ámbitos, 17 líneas de actuación y 36 medidas.
Los ámbitos de actuación se centran en aplicar una formación de calidad que pase por adaptar la oferta formativa a las necesidades del modelo productivo y la empleabilidad de las personas al mercado laboral; también en la innovación y el conocimiento, es decir, potenciar la creación y transferencia del conocimiento en el sistema. En tercer lugar, se trabajará en la orientación a las personas y a las empresas, lo que significa hacer de la Formación Profesional una vía de prestigio que abra itinerarios de largo recorrido. Por último, la gestión integrada para desarrollar mecanismos de trabajo que contribuyan a trasladar las políticas fijadas al conjunto del territorio, y a dinamizar y organizar sectorialmente las políticas de Formación Profesional, lo que generará una unidad integrada de trabajo Educación-Empleo.
Objetivos del III Plan de Formación Profesional
La consejera ha explicado que, entre los objetivos del Plan, en el ámbito de la FP para el empleo de la que es competente, está ofertar más de 125.000 plazas. Más de 70.000 personas obtendrán un certificado de profesionalidad en ese periodo y se ofertarán 24.000 plazas en procedimientos de acreditación de competencias adquiridas mediante experiencia laboral.
También se prevé que más de 8.500 docentes participen en acciones de formación y actualización de sus competencias; 140 profesionales de la Orientación participarán en el desarrollo del III Plan de FP y más de 25.000 personas participarán en la Formación Profesional dual en 7.000 empresas.
En este sentido, Patricia Franco ha subrayado que, en los Centros de Referencia Nacional (el de Vinos y Aceites de Ciudad Real y el de Energía Eléctrica, Agua y Gas de Guadalajara), se prevén 95 acciones de innovación en el ámbito de la Formación Profesional.
“La principal meta que nos planteamos es conseguir una fuerza de trabajo adaptada a las necesidades del mercado, cuyo aporte de valor facilite un empleo estable y de calidad”, ha explicado la consejera, al tiempo que ha argumentado que el Gobierno de Castilla-La Mancha pretende conocer los distintos sectores de la actividad económica en cada territorio y evaluar cuáles son las necesidades del tejido empresarial, para así plantear acciones más efectivas en cuanto a inserción.
En este sentido, ha destacado como principales novedades del Plan la complementariedad de los ámbitos educativos y de empleo; la puesta en marcha de un sistema integrado conjunto con una unidad educativa-empleo y la incorporación a la ciudadanía como actor clave del sistema.
El Plan incluye la creación de un servicio específico de orientación para el empleo que dirija sus acciones al alumnado del sistema educativo, así como la elaboración de un Plan de Formación para Orientación, conjunto para las administraciones educativa y de trabajo.
“La Formación Profesional tiene que ser considerada como lo que es, una magnífica oportunidad para adquirir competencias profesionales demandadas por el mercado”, ha manifestado la consejera.
Por su parte, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, se ha referido en su intervención a los retos a los que se enfrenta la FP en el ámbito educativo, como la necesidad de incrementar la tasa bruta de titulación en ciclos formativos y del número de titulados en ciclos de grado medio y superior en centros públicos, puesto que se ha experimentado un descenso, “paradójicamente, debido a la mejora de la situación económica y no podemos aceptarlo. El propósito debe ser que la FP se perciba como una oportunidad de incorporación al mundo del trabajo y a la promoción personal, al margen de los signos del ciclo económico”.
Igualmente serán retos la importancia de orientar la formación no a puestos de trabajo, sino hacia campos profesionales de carácter más polivalente; la actualización y modernización de equipamientos, materiales e instalaciones; la mejora sustancial de la formación del profesorado; y la creación de nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje que faciliten la adquisición de competencias transversales y el desarrollo de la formación dual en alternancia, en particular la asociada a empleos que requieran de altas cualificaciones y especialización; y la elaboración de un Plan de Formación para Orientación, conjunto para las administraciones educativa y laboral, de modo que puedan ofrecer un servicio adecuado a ciudadanos y empresas, en colaboración con los agentes sociales. Todo ello, según ha señalado, “nos debe conducir desde un sistema integral a un sistema integrado”.
Felpeto ha repasado las iniciativas que se han ido adoptando para ajustar el modelo de FP a las demandas socio-educativas, como la actualización de la oferta de ciclos formativos en función de las necesidades del mercado laboral y de las titulaciones que se han ido sumando al sistema; la implantación de una red de ciclos formativos de Formación Profesional Básica en el marco del modelo de atención a la diversidad; la reducción de la distancia entre el tejido empresarial y la red de centros educativos a través de la consolidación de la Formación Profesional Dual; el desarrollo curricular de todos los ciclos formativos de Formación Profesional adaptados al contexto de la región; o la priorización de las opciones de acceso a Ciclos Formativos de Formación Profesional a través de pruebas con dos convocatorias de exámenes anuales en la región y con la oferta del curso preparatorio de pruebas de acceso.
Por último, el consejero ha señalado que la Formación Profesional tiene una extraordinaria relevancia dentro del proyecto educativo de Castilla-La Mancha, pues en la actualidad hay más de 37.000 alumnos y alumnas y 3.800 docentes, dentro de una oferta educativa de 163 centros con 108 especialidades repartidas entre 22 familias profesionales.