Querida amiga:
Espero que estés disfrutando de tus vacaciones. Por aquí, no hay mucha novedad. Telémaco y Ulises andan algo enfadados por ciertos altercados que han tenido estos últimos días. Será el famoso choque generacional, que Ulises no lleva bien lo de las moderneces, ya lo sabes. Telémaco se apuntó a un máster en la universidad Rey de Ítaca para ampliar sus limitados conocimientos. Al final va a llevar razón mi suegra con eso de que al chaval le tenemos ojeriza y no confiamos en sus posibilidades. Se ha sacado el curso de nueve meses en… tres. ¡Ya ves! Con lo que le costaba aprobar de pequeño, que solo sacaba buena nota en Mitología. Y eso que apenas ha ido a clase, pero se ve que el chaval es listo, por rama materna, y en un pispásha obtenido su título. Si cuando hay ganas y dinero, no creas que el chaval no espabila. Bueno, pues una vez con el título exprés en su mano, le propuso a su padre encargarse de la promoción y publicidad de los quesos. A Ulises solo le preocupaban dos cosas: una, que si le iba a costar mucho dinero; y dos, que si así se libraba de él en los viajes. Como las respuestas eran las que él quería, lo dejó a su aire. Y, claro, vino la hecatombe, chica.
Ya lo notamos un poco raro, porque empezó a decir muchas tonterías: que si se iba de brunch con los proveedores (que es lo que hacía Ulises con los ganaderos cuando iba a recoger la leche a las seis de la mañana y le invitaban a gachas para almorzar, pero en fino), que si afterwork y fingerfood con los empleados (vamos, lo que hacemos nosotras cuando quedamos a las cañas después de trabajar), que había que buscar target en los cheeselovers(¿te acuerdas de mi primo que se puso como una foca porque no paraba de comer quesos?, pues es eso), que si los foodiesinfluencers(de eso sabe Mariano, el del bar, que cuando le da por poner caracoles de tapa se tira tres meses con la misma tapa: que si caracoles en salsa, que si al vapor, que si les echa un huevo), compró un foodtruckpara los festivales de música, pero luego le daba pereza ir y ahí tenemos aparcada la furgoneta al lado de la nave. Menos mal que ahí Ulises estuvo listo y compró una de segunda mano al fontanero, pagó a unos chiquillos del pueblo para que la pintarrajearan un poco, aunque, claro, con esto de los recortes en Educación, los chavales escribieron: QESOS DON HAMBROSIO; detallitossin importancia, chica. Ulises no entendía muy bien lo que estaba haciendo el niño y veía que le costaba dinero y las ventas no subían, pero al chaval se le veía ilusionado con su nuevo cargo y no quería decepcionarlo. Bueno, y tampoco quería que volviera a acompañarlo en sus viajes, la verdad.Telémaco comenzó a hacerrunning, que es correr con ropa molona y hacerte fotos todo el rato para que los demás sepan que corres; ahora come healthy y tengo que comprar en el mercado ecológico, que la manzana (sí, chica, en singular) cuesta unos cinco euros. A veces, me da pereza y lo que hago es ir al súper y quitarles las pegatinas. El pobre no se da cuenta y además ya le he pillado envoltorios de donuts en la guantera del coche. También hago lo mismo con el pan, que le ha dado por comprar masa madre y me dice que lo haga yo en el horno. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué inocente el pobre! Pues si se come igual de gustoso el pan de la gasolinera… Fíjate en lo listo que es para los estudios, que se ha sacado el máster de nueve meses en tres, ya te lo he dicho, pero estoy muy orgullosa, y lo ingenuo que es para otras cosas. Yo creo que es porque a su padre se le cayó de pequeño en un tobogán y siempre me encargo de recordárselo cuando el chaval hace alguna de las suyas, aunque a mí se me cayó de la cama un par de veces, pero eso Ulises no lo sabe.
Bueno, pues que el chico es millennial, dice. Yo, con que no me salga político, me da lo mismo. Más o menos, lo mismo que hacíamos nosotros, pero en inglés. Yo creo que lo hacen para que los padres que nos hemos gastado las perras en las academias de idiomas veamos que no ha sido dinero caído en saco roto. Eso o que quieren ver si avanzan en el Duolingo, no sé. El caso es que acaban todo en –ing y poco más. Que se ponen la nariz más fina con el maquillaje porque, como son mileuristas, no les da para operarse, pues se llama contouring: ahorras pasta, pero gastas tiempo. Yo no lo veo, la verdad. Que te montas pelis en tu cabeza como hacíamos nosotras con Tom Cruise (el de Top Gun, no el de Misión imposible), pues ellos lo llaman cruising. Y así con todo. No creas que es fácil ser millennial. De todos modos, le he pedido a la RAE que me mande un diccionario de esos que le sobran.
La última ha sido que le ha dado por cambiar el packaging de los quesos (bueno, se dedicó a poner pegatinas encima de las etiquetas, que lo de la pereza sí es por la madre). La culpa en realidad es de Ulises, que se fue a Rusia al Mundial, y el chaval le llamó para pedir permiso. Coincidió la llamada con los penaltis y, claro, Ulises se vino arriba y decía que sí, que sí… pero a los jugadores, no al chico. El chaval entendió que le daba permiso a todo y llegó el lío. Porque de creativo mi Telémaco tiene poco, la verdad, ahí no ha salido a su madre. Y se le ocurrió cambiar la foto del tío Ambrosio, que es la marca de nuestro queso más vendido, por una foto trucada de Cristiano Ronaldo comiendo queso. Se ve que en el máster ese de nueve meses, que lo acabó en tres, no trabajaban el brainstorming o lo dieron uno de los tantos días que faltó.
Chica, que ahora Ulises se enfrenta a una demanda judicial, que nos va a dejar solo para ir a La Manga de veraneo, como mucho. Ya ha mandado un palé de quesos Don Ambrosio (¡qué clase el tío Ambrosio con su boina y su bigote!) a Turín a ver si así soluciona algo. ¡Quién sabe! A lo mejor coincido en alguna visita con Cristina en Brieva. Ya te iré contando, que me cierran la gasolinera y se me queda el millennial sin pan para el cociding (no se me da mal, ¡eh!).
P.D.: Me dice la chavalilla de la gasolinera que es crushing. Yo pensaba que de Cruise venía cruising, tendré que mejorar.
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Postales desde Ítaca
Beatriz Abeleira
Un desenfadado y fresco relato.
Y es que el desprestigio generalizado de la Universidad no se trata de un fenómeno casual, sino de una pieza más de la transformación que está sufriendo el mundo en esta etapa neoliberal en la que todo se privatiza y mercantiliza.
Como diría un ‘millennial’, ‘cuando se puede trabajar desde cualquier lugar, ¿para qué moverse?’……
El _millennial_ diría: «No moving», .
Estoy enteramente de acuerdo…..
Bea anímate a escribir algo sobre ligar (fucking in love) sinriesgos y consentimiento expreso ante notario.
Es la nueva tendencia. El voyerismo administrativo.
Cuentan que ya hay notarias que están instalando cabinas y camas redondas.
Todo por el sexo seguro.
El póntelo y pónselo está pasado ya de moda, suena a los ochenta.
Ahora es míralo y escúchalo… Erotismo en vivo totalmente amateur.
Que curioso que sea alguien como tu, que necesita el consentimiento expreso de un cura para el «fucking in love», el que repita tanto lo del notario.
«Lo mio es bueno, pero lo mismo de los otros es malo», viva el sectarismo!! Jajaj
Hay más libertad en mi parroquia que en una secta izquierdista.
Por haber hay incluso rojos y gays.
Choca eh??
Y no, no le pedí a mi párroco permiso antes de hacer el amor con mi novia. Tampoco si me divorciara.
Si metes la pata, siempre puedes liberarte de la culpa con la confesión.
Qué libertad y qué terapia más barata.
Tú paga al psicólogo.
Y compra antidepresivos.
Yo tengo soluciones más eficaces y baratas.
Vaya vaya, le contabas al cura que mojabas el churro en caliente para que te perdonada y ahora te indignas por lo del consentimiento expreso jajaj
Y ahora además de dar muestras continuas de TOC, tambien escribes Bipolaridades!
Intuyo que ninguno de los dos tomamos nada, aunque a ti parece que sí te hacen falta 😉
Yo al cura le cantaba…
Tocaba la guitarra en misa.
La vida sexual no era un asunto del que hablaramos, ya pasamos esa etapa. No era tan importante.
Otro buen tema sería la clase política, unos y otros más de lo mismo.
El relato chapeau.