Ni la cultura es la suma de eventos, ni la reunión es participación ciudadana

Ángel Luis Colado.- Se congratula Jose Luis Herrera, Concejal de promoción económica y cultura, en un reciente artículo de prensa, que en materia cultural esta ciudad ha cambiado mucho desde que su partido gobierna la ciudad. opinionY es cierto que ha habido cambios importantes en la política cultural en la ciudad, sobre todo a nivel de los objetivos que el gobierno municipal se ha marcado para la cultura. También ha habido cambios en la forma de relacionarse con los colectivos culturales de la ciudad. Ambos cambios sin embargo no solo son insuficientes, sino que nos colocan realmente en la posición de partida, pues en el fondo, la base sobre la que debe sustentarse una política cultural ha permanecido intacta.

Respecto a los objetivos, el concejal los explicita en numerosas ocasiones a los largo del citado artículo, en el que resalta el incremento de actividad cultural, y el beneficio que ello conlleva al comercio y la hostelería. Ese ha sido sin duda el objetivo buscado, no solo por el concejal, sino por la alcaldesa que diseñó una concejalía para tal fin, combinando de forma tan original como artificiosa la cultura con la promoción económica. En estos tres años, la política cultural se ha caracterizado por el crecimiento de eventos culturales, por el apoyo decidido a algunas empresas relacionadas con el ámbito cultural, y por la subordinación de la cultura al interés económico, cuyo máximo exponente es la conocida Noche Blanca.

Respecto a la relación con los colectivos culturales, no cabe duda que ahora es mucho más abierta en el plano formal, pues el despacho del concejal es ahora asequible para cualquier ciudadano. Sin embargo, eso no establece por si mismo una forma de trabajar participativa, pues la escucha de cortesía, está muy lejos de la participación real que exige un nuevo modelo de gobernanza. La realidad del Consejo de Cultura que se ha reunido dos veces en los dos últimos años, pone de relieve la falta de voluntad real de crear una política cultural desde prismas diferentes al actualmente imperante en la ciudad. La lánguida realidad de un consejo sin apenas actividad y en el que no están representadas siquiera el 10% de los entidades culturales de la ciudad, ofrece la imagen real de lo que actualmente se vende como cambio del modelo participativo.

Y fuera de estos cambios: ¿qué hay del valor social y personal de la cultura? ; ¿puede ayudar la política cultura de la ciudad a apoyar el desarrollo cultural de sus ciudadanos?; ¿puede la creación cultural de nuestra ciudad proyectar nuevas imágenes y escenarios de los que somos, de lo que hemos sido de lo que queremos ser?; ¿puede la cultura transformar barrios, empoderar personas, hacer crecer valores sociales y humanos?. No parece que estos sean los puntos esenciales del discurso cultural imperante hoy en nuestro municipio, aunque probablemente algunos de estos objetivos se hayan trabajado en otras concejalías, usando la cultura como instrumento de concienciación y transformación.

Para los que hace tres años esperabamos que el cambio de gobierno municipal estableciera un nuevo modelo, sentimos la decepción de una oportunidad perdida para haber conseguido cambios profundos y transformadores. Esperemos al menos que los responsables de esa política no se queden en la autocomplacencia y profundicen en el significado y la importancia de la cultura, más allá de sus aspectos económicos y lúdicos. Al resto, nos queda esperar, criticar, y sobre todo aportar en lo que podamos desde nuestros pequeños espacios y redes.

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5 COMENTARIOS

  1. La Cultura es un término que tiene muchos significados interrelacionados y que está conformado por la suma de todos los rasgos particulares a una misma sociedad.
    Cuando se organiza y se pone en marcha un evento cultural, el objetivo que siempre se persigue es conseguir que llegue al mayor número posible de personas. Aunque, es bien conocido que, el nivel educativo de la gente es la primera barrera a la participación cultural en nuestro país.
    Los eventos culturales interdisciplinares forman parte de la Cultura en la calle y la transparencia, la colaboración, la interactividad y la participación son los ejes que centran las ‘reuniones’. Un modo de gestión dinámico que se complementa con una participación ciudadana equilibrada y válida cuyo resultado está garantizando la accesibilidad universal a la Cultura de calidad.
    La Cultura es un largo camino por recorrer, pero es casi una obviedad que, en estos momentos, Ciudad Real es Cultura, diversidad y riqueza cultural.
    No hay tiempo perdido sino invertido…..

  2. Ángel Luis, seguro que eres persona bienintencionada, pero creo que deberías saber que la cultura germina de abajo hacia arriba. O no conozco la ciudad, o aquí hay interés por los toros, la semana santa, y todo lo que signifique comodidad y alegría -fiestuqui- salud y alcohol, excursiones y, si me apuras, funerales animados. todo eso lo entiende el concejal mucho mejor que vosotros.

    • Y como expresiones de nuestra cultura deben estar tan presentes como las minoritarias.

      No se puede favorecer la cultura con sectarismos. Si la sociedad es plural, la cultura programada también ha de serlo.

      De lo contrario propaganda intragable.

  3. Para hablar de cultura hay que primero definirla.

    Y aquí uno se encuentra que la política confunde la cultura con la propaganda política y eso es lo más horrible y perverso pues la cultura queda definida por sectarismos ideológicos.

    La cultura debe ser lo más plural posible. No es un instrumento de propaganda, no es un medio de instrucción social, es una manifestación de los valores y gustos que tiene una sociedad.

    Y si por ejemplo la reivindicación social aparece en la programación cultural, se acaba excluyendo la tauromaquia (pocos ayuntamientos incluyen conferencias en este sentido para sus aficionados) o la religiosidad popular, o la Historia con versiones diferentes y mesas de debate plurales…y entonces NO HAY CULTURA HAY PROPAGANDA PORQUE LA PLURALIDAD NO ESTÁ GARANTIZADA.

    Y observo ese sectarismo tanto en la institución como en aquellos que quizás en exceso pretenden suplantar la.

    LO IDEAL?? QUE LAS PLATAFORMAS vecinales gobernasen el municipio. Pero eso es hoy por hoy contra cultura.

    En Ciudad Real se cuenta además con un carácter muy particular. Los personalismos, el figureo y el deseo de mangonear o caciquear son muy destructivos en proyectos comunitarios.

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